Las conclusiones provisionales de la investigación interna iniciada por la Ertzaintza apuntan a que el joven que perdió un testículo en los incidentes del gaztetxe de Rekalde recibió el impacto de una bala de foam de 40 milímetros. Además, el denunciante estaría en el momento de los hechos “en una zona en la que no se estaban desarrollando incidentes”, según informó el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, que se comprometió a culminar la investigación y poner las conclusiones en manos de la Justicia.

El responsable de Seguridad compareció ayer en comisión parlamentaria a petición propia para detallar la actuación policial desarrollada el pasado 3 de abril por la Ertzaintza con motivo del desalojo del gaztetxe de Rekalde. Tras los sucesos, que concluyeron con cuatro detenidos y la baja laboral de dos agentes, un ciudadano interpuso denuncia por la pérdida de un testículo por haber recibido, presuntamente, el impacto de un proyectil de foam.

Según relató Zupiria, los “graves disturbios” fueron provocados por cientos de personas que “atacaron” a la Policía vasca, encargada de recuperar el edificio y devolver su posesión a su propietario legal.

Zupiria subrayó que no se puede asumir que la Ertzaintza sufra agresiones, aunque reconoció no obstante, que tampoco se pueden aceptar “con normalidad” denuncias por actuaciones policiales “inadecuadas”. “Fuerza legítima sí pero violencia de ninguna manera”, zanjó para añadir que el joven herido interpuso finalmente su denuncia el 23 de abril.

Según el relato de la misma, en el momento de los hechos se encontraba de “manera pacífica” en la zona junto a un grupo de personas y un agente le habría disparado a la zona genital un proyectil de foam que él mismo recogió del suelo y devolvió a los agentes.

El consejero detalló en su intervención que la instrucción desarrollada hasta la fecha, que sigue en curso, reflejaría en sus conclusiones “provisionales” que el denunciante se encontraba en una zona en la que “no se estaban produciendo incidentes”. Incidió además en que la documentación aportada por el varón “parece reflejar los hechos denunciados”, así como que el denunciante recibió el impacto de un proyectil de foam “de corto alcance”, de un calibre de 40 milímetros.

Rechazó que en el transcurso del operativo se utilizaran pelotas de goma, aunque los agentes sí sacaron las escopetas de los furgones. “Si lo que ha denunciado es verdad es un suceso grave y hay que adoptar medidas”, concluyó.