BILBAO. El Ayuntamiento de Bilbao reforzará la seguridad en la estación provisional de Termibus los fines de semana para evitar al máximo posible los problemas de convivencia en la zona. Esta es una de las medidas que ayer anunció Ricardo Barkala, el concejal que ha llevado el peso del complejo traslado de la estación. De esta forma, el Consistorio quiere dar respuesta a las quejas de los vecinos más afectados por la nueva ubicación.
Barkala también desveló que para Semana Santa estará construida otra cubierta que proteja a los usuarios de las inclemencias del tiempo. El edil, que compareció a petición de Udalberri para que explicar las afecciones que ha provocado la nueva estación, dejó bien claro que “hagamos lo que hagamos va a seguir habiendo molestias porque el espacio es mínimo y es difícil de gestionar”. El concejal bilbaino advirtió de que los problemas que está causando el traslado y que causarán las obras de la nueva estación “es un mal necesario, pero intentamos que tenga el menor impacto en la ciudadanía”.
Antes de dar cuenta de las nuevas medidas que va a tomar el Ayuntamiento, Ricardo Barkala señaló que la operación de traslado ha sido un “reto” y una “operación muy compleja” para el Consistorio. En este sentido, el técnico municipal Juan Orduna señaló que “hemos tenido que ordenar todo en un 35% de la superficie que teníamos antes en la estación”. Además recordó que “es una estación donde se producen 1.000 expediciones de viajes al día”. Por eso, recalcó que desde el Consistorio se ha hecho “un trabajo ímprobo”.
La cercanía de las viviendas a la estación provisional es otro de los “retos” a los que se ha tenido que enfrentar el Ayuntamiento. Esa cercanía ha provocado molestias a los vecinos que, según Barkala, se están minimizando. Por ejemplo, respecto a los ruidos que provocan las maletas, dijo que “se ha acolchado el camino” que conduce a los puntos de embarque para “rebajar el impacto acústico”. El ruido nocturno de “la gente que llega pasada de fiesta los fines se semana” también ha entrado en la lista de prioridades a solucionar por el concejal. Para ello, ha decidido reforzar la seguridad. Los viernes, sábados y domingos por la noche habrá dos guardas de seguridad en la estación, uno más que en la actualidad. Durante los días laborables, la seguridad también está cubierta por los agentes de la Policía Municipal.
Carmen Muñoz, la portavoz de Udalberri que había pedido la comparecencia de Barkala, calificó el traslado de la estación como un “cúmulo de despropósitos, en el que no ha habido un plan de contingencia”. El concejal contestó que “sí había un plan de contingencia” y que seguirán aplicando el mismo sistema de trabajo ante los problemas: “actuación inmediata”.