BILBAO. Es el momento más triste del Carnaval; el final de una intensa semana en la que la capital vizcaina se ha camuflado bajo pelucas, antifaces y trajes multicolor. Por las calles de la villa han correteado variopintos personajes que han vestido y dado vida al Carnaval de este año. Pero todo llega a su fin. El color de los últimos días se transformaba ayer en una negra oscuridad con la llegada del cortejo de Doña Sardina que iniciaba su recorrido en la Plaza Nueva para asentarse en el Arriaga. El desfile daba comienzo una hora antes, pero eso sí, los participantes acudieron de riguroso luto y portando velas. Con el entierro de la sardina llegó el final del Carnaval bilbaino. La tristeza se adueñó de los alrededores del Teatro Arriaga cuando tras el espectáculo musical y de danza se dio inicio a la quema de la sardina. - Fotos: Oskar Martínez