BILBAO. Las calles de la capital vizcaina comenzaron ayer a mudar de color con motivo de los carnavales gracias a los más de 1.500 escolares que desfilaron disfrazados por la Gran Vía hasta el Casco Viejo. Fue el preludio de una fiesta que no parará hasta el entierro de la sardina del próximo martes. El desfile infantil provocó los primeros cortes de tráfico, que serán más restrictivos a lo largo de la jornada de hoy. El tramo de la Gran Vía comprendido entre alameda Mazarredo y la Plaza Moyúa se cerrará al tráfico desde la 6.00 horas, y el que discurre entre la Plaza Circular y Alameda Mazarredo desde las 8.30 horas. La culpa es del “gran desfile de disfraces” que comenzará a las 17.30 horas y finalizará a las 18.15 horas, aproximadamente. El desfile discurrirá por las calles Gran Vía, Astarloa, Colón de Larreategui y Berastegui para finalizar en la Gran Vía.

El Carnaval dio el pistoletazo de salida con los más pequeños en una jornada pasada algo por agua. A pesar de ello, los escolares bilbainos, de entre 2 y 12 años, se lanzaron a la calle a bailar al son de la música. Ataviados para la ocasión con coloridos disfraces, llamaron la atención de las personas que a esas horas transitaban por el corazón de la villa. Su recompensa fue la chocolatada con bizcochos se zamparon en la Plaza Nueva para reponer fuerzas tras la caminata. Los escolares que participaron en el desfile pertenecían a los centros de enseñanza Artxandape Ikastola, Ave María, Iparragirre Ikastola, Maestro García Rivero, Presentación de María y Mugika Eskola.

La programación festiva continuó por la tarde-noche con la celebración del juicio a Farolín y Zarambolas, que tuvo lugar en la Plaza Nueva. Este año, Farolín está encarnado por las Tea Party DJ’s, Eva Gutiérrez y Lorea Argarate, y Zarambolas por el hostelero Jon de Miguel. El juicio a Farolín y Zarambolas surgió en 1984 para “para instituir en los carnavales bilbainos uno de los elementos más representativos de las Carnestolendas tradicionales y rurales, donde se juzgaba y condenaba a los malos de cada año”. El público y los protagonistas disfrutaron del espectáculo jocoso y divertido que supone esta singular parodia. Pero como la fiesta continúa hay que guardar fuerzas para el desfile de esta tarde. Los más pequeños disfrutarán viendo las carrozas y los más mayores tendrán la oportunidad de transformarse para meterse de lleno en los carnavales.