Bilbao - Una nueva torre de viviendas a sumar al listado de rascacielos que están salpicando Bilbao en los últimos años. La promotora ha iniciado la comercialización de un bloque de pisos de alto nivel y venta libre en el viejo solar de Panera, el ubicado al lado del parque de Etxebarria y que destacará por encima de las curvas de la avenida de Zumalakarregi en el barrio de Uribarri.
Un promoción bautizada como Bilbobarria de casi 60 metros de altura que contendrá 19 plantas, las tres primeras albergarán equipamientos públicos, y que acogerá un total de 94 viviendas de dos y tres habitaciones, más comedor y cocina.
El nuevo edificio que erigirá la constructora Amenabar es la solución final que el Ayuntamiento tomó después del conflicto jurídico que mantuvo con los herederos de la constructora Panera, la cual construyó el resto de rascacielos cercanos a finales de la década de los setenta.
El ultimo edificio previsto a edificar entonces en el último solar de 3.000 metros cuadrados que restaba por ocupar no llegó nunca a construirse. Después, el primer Plan General de Ordenación Urbana de la democracia determinó que el terreno se iba a destinar a espacios libres de carácter público, algo que siempre fue defendido por los vecinos que llevan esperando décadas a que se urbanice el solar que a día de hoy parece un pequeña selva virgen y parte está vallado después de que parte del terreno se hundiera hace unos cinco años.
Los que no estuvieron de acuerdo fueron los herederos de Panera y recurrieron judicialmente la decisión municipal. Un proceso largo y tedioso que se demoró durante años hasta llegar al Tribunal Supremo el cual, finalmente, dio la razón a propietarios del solar y le reconoció sus derechos edificatorios.
18 millones de euros La familia Panera entonces quiso ejecutar esos derechos que cifraron en un total de 18 millones de euros, una cantidad que desde un primer momento el entonces alcalde Iñaki Azkuna y su equipo no estuvieron dispuestos a pagar. La solución fue, tras numerosas negociaciones, cambiar el carácter urbanístico del solar en liza para que se pudieran construir viviendas intentando priorizar los intereses de los vecinos cercanos, los cuales no querían otro edificio ante sus fachadas y perder el espacio verde existente.
La familia Panera renunció a su indemnización a cambio de poder construir en una de las esquinas del terreno un solo bloque pegado a la actual pista polideportiva y que dejara libre el resto del solar que se urbanizará una vez levantado el bloque. También se incluyeron, como cargas urbanísticas, la creación de una pasarela peatonal hacia el colindante parque de Etxebarria que salve la avenida de Zumalakarregi que conecta con El Arenal.
Todo ello se recoge en el proyecto constructivo de un edificio con alta calificación energética que contara con seis viviendas en cada una de las plantas, de la cuarta a la decimonovena, y servicios de alto standing para la comunidad.
Por ejemplo, se habilitará una piscina de efecto infinity, que parece que uno de sus lados cae al vacío, y una zona de descanso en la azotea del edificio, la cual tendrá unas vistas envidiables sobre toda la ciudad gracias a la ubicación del edificio. En su planta baja también se creará un gimnasio de 40 metros cuadrados de superficie al que se sumará una sauna y un jacuzzi.
En cuanto a la arquitectura, el revestimiento exterior lo compondrá una fachada ventilada cerámica de gran formato y las viviendas contarán con amplias terrazas transparentes gracias a la barandilla de vidrio y la carpintería de acero inoxidable que las delimitarán. Según la web de la promotora, los precios partirán de entre 269.000 y 307.000 euros dependiendo de las habitaciones.