Bilbao - Hasta pasadas las fiestas navideñas no se abrirá la terminal provisional de autobuses de Garellano. Es lógico, las obras se han retrasado en su previsión inicial de estar concluidas en dos meses, tras iniciarse en septiembre, y además, se evita de esta manera el periodo crítico de las navidades, una de las épocas donde más trasiego de autobuses y viajeros se registra en la vieja Termibus. La demora en la habilitación de las nuevas dársenas supondrá también que la futura estación subterránea se retrasará en su inauguración ya que hasta que no se produzca la mudanza no podrán iniciarse las obras de excavación en el solar del viejo campo de fútbol.
Los trabajos para habilitar la estación provisional en la parcela de forma triangular colindante a los nuevos rascacielos de Garellano arrancaron a principios de septiembre con el objetivo de que estuviera lista en dos meses y poder evitar así las aglomeraciones navideñas. Por el estado en que se encuentran las obras es evidente que los responsables ya han asumido que no van a cumplir los plazos.
Y eso que desde el perímetro ya se puede intuir cómo va a quedar el nuevo espacio que estará operativo durante casi dos años, el tiempo estimado en que estará construida la Termibus subterránea. Por ejemplo, ya están habilitadas varias de las 20 dársenas que se crearán para que los autobuses estacionen mientras esperan a recoger a sus viajeros. Unas bahías que se van a distribuir de forma que los autobuses, cuando aparquen, queden mirando hacia las nuevas torres de Garellano y hacia la calle Pérez Galdós.
También se ha levantado ya el entramado metálico que aguantará la cubierta con forma de pentágono irregular que resguardará a los viajeros de las inclemencias del tiempo.
Destaca cómo algunos de los apoyos de esta estructura han invadido literalmente parte de la calle Luis Briñas junto con el perímetro del vallado de las obras, lo mismo que en la calle Pérez Galdós. Y es que el espacio que van a ocupar las instalaciones de la Termibus provisional no se constriñen únicamente a la parcela triangular donde en un futuro se levantará el quinto rascacielos de Garellano.
La huella de la estación de autobuses, además de ocupar parte de las calles mencionadas, también fagocitará la prolongación de la calle General Eguía que se construyó hace casi dos años con la urbanización de los edificios nuevos de Garellano.
Este tramo de arteria urbana por el que ahora acceden al garaje comunitario todos los vecinos de los rascacielos blancos será invadido por las dependencias de la terminal, de manera que los viajeros podrán acceder directamente a las oficinas de las compañías de autobuses que se están adecentando en los bajos del edificio de viviendas colindante.
Con la apropiación de esta calle, el acceso para los vecinos de Garellano se efectuará por arriba, directamente desde la calle Gurtubay. Compartirán recorrido tanto con los autobuses que utilicen las nuevas dársenas como con los camiones que están trabajando en el solar anexo donde se excavan ahora los cimientos de la cuarta torre del complejo residencial.
Esos autobuses accederán al espacio reservado por una arteria central desde la que los choferes estacionarán sus vehículos en las dársenas ubicadas a ambos lados. La salida de la terminal se efectuará por esta misma vía a través de dos accesos que se habilitarán en las próximas semanas hacia la calle Luis Briñas.
Las 20 dársenas previstas son tres menos de las que está operativas en estos momentos. La reducción no afectará al servicio, según han explicado desde el Ayuntamiento, ya que en el nuevo espacio las bahías de estacionamiento no serán nominativas a una línea en concreto. Las parcelas se asignarán a los autobuses según lleguen a la terminal en función de cuál esté desocupada.
Como ya es conocido, el Ayuntamiento de Bilbao adjudicó por un montante de 22 millones de euros a la unión temporal de empresas formada por las firmas Construcciones Amenábar y Excavaciones Viuda de Sainz la construcción de la nueva terminal de autobuses soterrada de la ciudad, con un periodo de trabajo de dos años.
Mientras tanto, los autobuses operaran en esta Termibus provisional que están construyendo las mismas empresas.
2018