Bilbao - Mientras se concreta si Ría 2000 es el instrumento que articulará la estación del TAV, la sociedad todavía tiene tajo, aunque hay que reconocer que residual.

Lejos de los grandes proyectos que la han dado un pedigrí internacional como los desarrollos urbanísticos de Abandoibarra o Urban Galindo o la erradicación de las trincheras ferroviarias en Bilbao, la sociedad vasco estatal tiene por delante tres tareas.

La más inmediata, concluir en dos meses, el último gran trabajo efectuado bajo su supervisión, el soterramiento del recorrido de Feve entre el puente de Rekalde e Irala que ha estado activo desde hace cuatro años y que en los últimos 15 días ha trasladado el tráfico ferroviario ya al nuevo túnel.

La segunda labor, más importante aún por su necesidades económicas, es potenciar la labor comercial para vender los terrenos que le quedan en propiedad, la mayoría de ellos, en Barakaldo. Un patrimonio en terrenos que está valorado hoy en 113 millones de euros. El pasado jueves ya ingresó un buen pellizco, algo más de 31 millones de euros, con la venta definitiva del solar de Garellano donde se levantará la cuarta torre del complejo de viviendas.

Año y medio de préstamo Resta vender la última parcela de la manzana, donde se construirá la quinta torre residencial de 36 plantas. Un terreno que durante el próximo año y medio estará hipotecado por la necesidad de acoger parte de la actividad de Termibus mientras se construye la terminal de autobuses subterránea.

De todas maneras, hasta noviembre de 2017 la sociedad puede adelantar trabajo intentando comercializar el terreno de forma triangular para poder venderlo, si hay constructoras interesadas, y que la adjudicataria elabore el proyecto del nuevo rascacielos.

Y vendido este terreno, la sociedad solo tiene en propiedad en Bilbao el solar donde antiguamente se levantaban los Laboratorios Labein, en la zona de Olabeaga. Unas parcelas que ahora carecen de salida alguna ya que se incluyen en un proyecto de regeneración de este zona, el cual incluiría el soterramiento de la estación de Olabeaga de Renfe, y del cual no se habla desde hace años.

Luego queda Barakaldo. Además de vender los seis solares con los que cuenta en Galindo, cinco para viviendas y el sexto para uso equipamental.

Finalmente resta la labor urbanizadora de todas las parcelas referidas, una encomienda que ha realizado en los grandes proyectos que ha acometido aunque de cara al futuro es un trabajo sin calendario ya que depende de la construcción de los edificios que se levanten en esos solares.