Bilbao - Casi todo está listo. La cuarta torre de Garellano, el rascacielos de viviendas más alto de Euskadi, iniciará sus obras a lo largo del próximo mes, según han asegurado a este periódico fuentes de la gestora de cooperativas Arrasate.

Esta firma, junto a las constructoras Urrutia y Obenasa, fueron las que se hicieron el pasado año con la opción de compra del solar sacado a concurso por Bilbao Ría 2000. Una parcela que hace esquina, ubicada entre las calles Pérez Galdós y Gurtubay, y donde se levantará el alto edificio de 103 metros de altura, el cual albergará 32 plantas residenciales, además de otro bloque adjunto de diez plantas de alto.

A la unión temporal de las empresas citadas se les adjudicó hace ahora un año el terreno por un total de 31,4 millones de euros, 10 millones por encima del precio base por el que salió a subasta, y aunque dieron un adelanto económico por la compra aún resta abonar la mayoría del montante. Este pago se efectuará antes de finalizar este mes, una vez que la sociedad Bilbao Ría 2000 y las empresas formalicen ante notario la escritura del terreno.

El desarrollo de esta promoción, bautizada como Bizkaia Dorrea y que se va a construir en régimen de cooperativa, se ha llevado a cabo según el calendario previsto.

El último trámite cerrado por los promotores ha sido la solicitud de la licencia de obras al Ayuntamiento de Bilbao, la cual ya ha sido otorgada. Ello supondrá que el inicio de los trabajos, con la excavación de los cimientos, se pueda ejecutar poco después de la firma de la escritura de propiedad, lo cual permitirá la construcción de un total de 152 viviendas de precio libre junto a los garajes y trasteros correspondientes, más varios locales comerciales ubicados en las plantas inferiores.

Durante estos últimos meses, las empresas constructoras han estado analizando el entorno y el terreno para ejecutar una obra compleja por lo rodeada que está de servicios y viviendas. La entrada de técnicos en el solar ha sido constante.

Lo mismo que el trabajo de los comerciales que vendieron más del 90 por ciento de los pisos durante el primer mes en que se abrió el periodo de venta. En concreto, en julio del pasado año ya adjudicaron 138 de las 152 viviendas de las que consta el proyecto. No hizo falta publicidad a gran escala para que los interesados se acercaran a comprar las viviendas. El boca a boca y las redes sociales fueron las bases de una comercialización vertiginosamente rápida, sobre todo si se tiene en cuentas que la venta es a precio de mercado y en régimen de cooperativa, algo que a muchos compradores siempre produce rechazo.

quedan cuatro pisos por vender A día de hoy, según la web del grupo Arrasate que comercializa la torre, tan solo quedan por vender cuatro propiedades y todas ellas en el rascacielos ya que las 36 viviendas que se construirán en el edificio de diez plantas están todas comprometidas. Los pisos que restan por adquirir son tres ubicados en las plantas 27, 28 y 31, todos idénticos, con fachada principal a la zona de Termibus, y con dos dormitorios. El cuarto inmueble, también en la misma mano A, está sito en la planta tercera. Es una vivienda más grande, supera los 80 metros cuadrados y cuenta con tres dormitorios más dos baños, cocina y un salón de casi 20 metros cuadrados. Se da la circunstancia de que esta tercera altura es la primera con viviendas ya que por debajo está prevista la ubicación de dos plantas para albergar locales comerciales.

El edificio, que ha sido ideado por dos estudios de arquitectura de Bizkaia, Smith Arquitectos y Arquigest, destaca por la integración con su entorno y los otros tres rascacielos ya construidos y contar con un diseño moderno, limpio, de colores blancos en las fachadas y donde destaca la presencia de las amplias terrazas con cerramientos de vidrio.

Vivir en esta torre va a dar cierto pedigrí a sus vecinos ya que albergará servicios y características que no se van a dar en ningún otro inmueble de viviendas de Euskadi.

Lo primero que se va a ver, y va a llamar la atención la primera vez, son los dos ascensores panorámicos que van a servir a los habitantes del edificio. Los dos transportes recorrerán en vertical toda la fachada en chaflán que mirará hacia la zona del campo de fútbol de San Mamés.

La previsión es que los elevadores, cuya estructura será de vidrio transparente, recorran en menos de un minuto los más de 150 metros de altura que habrá entre la planta menos 5 de los garajes y la 33, la que culmina el rascacielos. Estos ascensores serán novedad total, ya que no se conoce edificio privado en Euskadi con este tipo de servicio panorámico.

El otro hito es la terraza-lounge en la planta 33. Una atalaya de altura para uso privado desde donde se podrá disfrutar de unas vistas espectaculares de Bilbao y la metrópoli que le circunda, sobre todo teniendo en cuenta que, a pesar de que la torre sumará 103 metros de altura contando desde el suelo, la corona del rascacielos alcanza los 140 metros sobre el nivel del mar. Si todo va según lo previsto, todo estará concluido para otoño de 2018.