Bilbao - Pasado y presente se conjugarán en un futuro muy próximo en las ruinas arqueológicas de la plaza Corazón de María, donde se podrán organizar eventos culturales tales como conciertos o performances. Así lo anunció ayer el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, durante la inauguración de la actuación llevada a cabo por el Consistorio para dotar de accesibilidad y cubrir el histórico claustro. La iniciativa pretende proteger y poner en valor los restos de un convento franciscano del siglo XV que fueron hallados en 2007 durante las obras de ejecución de un parking que no llegó a construirse. Después de que se hayan realizado los pertinentes estudios arqueológicos, será el Museo de Reproducciones quien coordine las visitas guiadas a las ruinas resguardadas por una cubierta acristalada.
“Hemos salvado los restos del estado de deterioro en que se encontraban. Con el cubrimiento conseguimos un doble efecto: salvaguardar las ruinas y que tengan luz natural”, expuso Aburto, acompañado por una amplia representación del Ayuntamiento de Bilbao, durante la visita. Según expuso, las obras que han supuesto una inversión de 450.000 euros, servirán para “poner en valor la historia de Bilbao” a través de “una obra importante en el núcleo histórico de Bilbao La Vieja”.
Asimismo, el alcalde de la villa señaló que seguirán trabajando para que “además de ser un espacio de recuperación para nuestra historia sea también un espacio ganado para la cultura”. En ese sentido expuso que se abren posibilidades para la celebración “un concierto” o “una performance”. Los trabajos capitaneados por el Área de Obras, Servicios, Rehabilitación Urbana y Espacio Público han permitido cubrir las ruinas, de unos 2.000 metros cuadrados, con una estructura que se compone de una gran viga de madera y muros de hormigón en el frente y, sobre esta, se apoya otra estructura de vigas de madera laminada, cubiertas por una piel de vidrio. La accesibilidad ha sido otro de los puntos relevantes, ya que se ha sustituido el único acceso que existía por tres nuevas entradas: una desde la plaza superior -con una escalera para llegar al claustro-, otra por debajo de la actual haurreskola de San Francisco y, por último, otra a través del Museo de Reproducciones. Será precisamente esta institución la que coordinará las visitas guiadas a las instalaciones, que permanecerán cerradas el resto del tiempo.
Hallazgos “Prácticamente se puede visitar un 70% u 80% de lo que era el edificio completo”, expuso durante una breve visita Mikel Neira, arqueólogo de la empresa Qark, responsable de la excavación. En palabras del historiador, partidario de divulgar los resultados del trabajo realizado cuya documentación se ha depositado en el Museo de Arqueológico de Bizkaia, “el estado de conservación tiene un punto de espectacularidad, te permite pasear por el edificio”. Según Neira, las excavaciones constatan una realidad del siglo XX, “en la que destruimos y volvemos a edificar”, tal y como ejemplifican los cinco metros de cota que separan la plaza Corazón de María de las ruinas.
La zona, que ya estaba catalogada como “de presunción arqueológica”, comenzó a excavarse en los niveles del cuartel Príncipe Don Alfonso, erigido sobre las ruinas del convento gótico a finales del siglo XIX. Aunque los primeros vestigios son de 1475, cuando comenzó a edificarse el convento franciscano que da nombre a la calle San Francisco. “Se han encontrado alrededor de un centenar de sepulturas”, explicó Neira, quien concretó que en aquella época era habitual que las iglesias tuvieran función de cementerio. Durante los trabajos se ha hallado documentación en la que se identifican “familias pudientes como los Arbieto o los Zabala” en las sepulturas. “También hemos encontrado elementos de adorno personal como botones, cuentas de collar, rosarios”, detalló Mikel Neira entre los hallazgos realizados.