Bilbao - Comienza la transformación del edificio que albergó durante décadas la sede de BBK, en la bilbaina Gran Vía 23. El inmueble ha sido vallado para comenzar con las obras del interior, cuya licencia había sido solicitada al Ayuntamiento hace meses por la empresa textil Mango, quien adquirió el edificio en 2014 con la idea de abrir un Megastore. Pero la empresa catalana, movida por fallidas inversiones en el extranjero, frenó en su gran proyecto de implantarse de nuevo en la arteria principal de Bilbao. La compañía presidida por Isak Andic ya está firmemente asentada en Bilbao con la tienda de cuatro plantas que abrió hace dos años también en la Gran Vía, en concreto en la antigua sede de la Cámara de Comercio y, por eso, en diciembre decidió traspasar el inmueble a Inditex en régimen de alquiler. Ahora es la empresa de Amancio Ortega la responsable de adaptar el interior del edificio a la nueva tienda que planea abrir. Pero eso sí, deberá hacerlo respetando las características de un inmueble que cuenta con protección arquitectónica.
Fue hace cuatro años cuando la Comisión de Patrimonio aprobó la reforma de la antigua sede de la BBK como centro comercial. Estas obras contemplan la conservación de una capilla de la construcción original, ubicada en la primera planta. El organismo donde participan representantes del Ayuntamiento, la Diputación, el Colegio de Arquitectos y la Universidad de Deusto autorizó dicha reforma, protegido por su interés arquitectónico, para adaptarlo en un espacio comercial.
En 1944 lo compró la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao para instalar allí su sede y encargó la reforma y ampliación a Ricardo Bastida, que dotó a la fachada de su aspecto actual con revestimiento de piedra. Ahora afronta una nueva remodelación que consiste en bajar el forjado para que la entrada quede a nivel de calle, sin peldaños. También se van a suprimir las columnas del vestíbulo -lo que dará mayor protagonismo a la escalera, que se amplía- y se modificarán las ventanas para acoger los escaparates. El proyecto no contempla tocar la fachada porque los responsables de llevar a cabo dicha transformación aseguran de que la remodelación debe ser “muy respetuosa”.
A pie de calle La Gran Vía de Bilbao continúa siendo un jugoso caramelo para las grandes firmas textiles que buscan hacerse con algún edificio donde extender sus imperios. Hace cuatro años, Inditex estuvo barajando la posibilidad de quedarse con el edificio de BBK, pero se echó atrás porque la reglamentación urbanística de entonces imposibilitaba situar la entrada a pie de calle. Sin embargo, la empresa de Ortega no cejó en su empeño e intentó hacerse con edificio de BBVA, en la Plaza Circular, pero fue la multinacional Primark la que se instalará ahí. Finalmente, tras el traspaso de Mango, Inditex ha logrado una joya en plena milla de oro para continuar con su expansión. - S. Atutxa