Bilbao - En las últimas Corridas Generales, en Aste Nagusia de 2015, la plaza de toros de Vista Alegre contó con la presencia de 70.990 asistentes que no consiguieron colgar el “no hay billetes” en ninguna jornada. El declive del espectáculo taurino parece inevitable incluso en Bilbao, donde la tradición no ha conseguido aplacar los debates y obstáculos a los que se enfrenta una fiesta que cada vez cuenta con más detractores.
A falta de cerrar el balance respecto al último ejercicio, los datos de los últimos años hablan por sí solos respecto al descenso de ingresos. En 2014, la emblemática plaza de toros arrojó unas pérdidas de 14.939 euros, frente a los beneficios de 74.527 euros de 2013 y los 104.768 euros de 2012. Cabe destacar que la infraestructura de gran tamaño se sufraga en gran medida a través de las ganancias obtenidas durante las nueve jornadas de las Corridas Generales.
Por ello, el hecho de que las nuevas generaciones muestren una sensibilidad diferente respecto a los espectáculos que implican el sufrimiento animal, así como el alto caché que se debe pagar a los toreros con la consecuente repercusión en el precio de la entrada ha provocado un acusado descenso de asistentes. El relevo generacional es, además, prácticamente inexistente en cuanto a público y en cuanto a diestros, lo que provoca dudas respecto al futuro del toreo a largo plazo en un coso que tiene capacidad para 14.781 espectadores.
Que el negocio está de capa caída es una constatación a la que han llegado otras ciudades estatales, donde han tomado la delantera optando por revitalizar las plazas de toros mediante otros usos. Se trata de una opción que también han tratado de fomentar en Vista Alegre, donde en los últimos años se han organizado conciertos, ferias de marisco, algún circo de los horrores... y poco más.
La dificultad para encontrar eventos que llenen la plaza de actividad contrasta con las numerosas peticiones realizadas por parte de los partidos políticos bilbainos. En 2003 y 2005, por ejemplo, el PSE propuso la opción de que la plaza de toros se cubriese con el fin de poder aumentar la propuesta cultural. En aquella ocasión, se argumentaron razones jurídicas, derivadas de los estatutos, que impedían que dicha posibilidad pudiera ejecutarse. Más recientemente, el año pasado en concreto, EH Bildu proponía la opción de transformar la plaza de toros en la Plaza de Ocio Vista Alegre, con un espacio central abierto para conciertos y otras actividades, con pista skate y de patinaje.
usos extras En lo que a día de hoy coinciden todos los partidos, independientemente del debate taurino, es en la necesidad de dotar de usos extras a la plaza de toros. En ese sentido, Alfonso Gil, portavoz del PSE y miembro del equipo de gobierno, destacó que “uno de los grandes problemas es que antes había mucha resistencia a que se hiciesen otro tipo de actividades en el coso”. Superada esa resistencia, afirmó, “todas las aportaciones sobre eventos serán bienvenidos para optimizar los recursos públicos” en la búsqueda de “modernización, optimización de recursos y atracción de actividades complementarias a los usos actuales”.
En cuanto a la dificultad para encontrar otro tipo de eventos para llenar la programación, Luis Eguiluz, portavoz del PP, destacó que eventos como conciertos “tienen otra ubicación porque desde que los conciertos se celebraban en la plaza de toros por defecto, han aparecido el Bilbao Arena, el BEC, el Euskalduna, Azkuna Zentroa...”. En palabras del portavoz popular, “hay muchas ubicaciones privadas reformadas y sin duda hay más centros que se disputan los eventos, por lo que lo que faltan son los eventos que no son suficientes para abordar todas las localizaciones”.
En ese sentido, Barkala aseguró que mantienen conversaciones con promotores “que se dedican a traer eventos para ver si el aforo y las características de la plaza les viene bien para ubicar otro tipo de eventos”, por lo que “en unos meses” esperaba “temer informes al objeto para tomar las decisiones más adecuadas”.