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Bilbao rescata del olvido al primer artista negro de Francia

El Ayuntamiento descubre una placa en honor a Rafael Padilla, que residió en la ciudad entre 1881 y 1885

Bilbao rescata del olvido al primer artista negro de FranciaFoto: O. Martínez

Bilbao- En el muelle Marzana de Bilbao, Rafael Padilla encontró su camino a la libertad. Todo un reconocimiento “para aquellas personas que atraviesan circunstancias muy parecidas a las que él tuvo que vivir”, recordó ayer la concejala de Cultura, Nekane Alonso, al descubrir en ese mismo lugar una placa en recuerdo de quien llegó desde Cuba como esclavo y triunfó en el circo en el París de finales del siglo XIX.

Con el sencillo acto se puso el broche de oro al trabajo que la galería Kalao Panafrican Creations realiza desde hace años para sacar a la luz una biografía apasionante. “Lo descubrimos por el trabajo del historiador francés Gerard Noiriel”, explica el director de la galería, Jesús Ahedo. Hace un año llevaron a cabo un homenaje que, de alguna forma, devolvió a El Rubio, como se conocía a Padilla, a los lugares de Bilbao que frecuentó aproximadamente entre 1881 y 1885. El artista senegalés Cheikou Ba expuso en la sala Kalao cuadros inspirados en el primer clown negro de Francia. Además, el 15 de enero de 2015, el bailarín Mbaye Sene desfiló por los muelles históricos de la capital vizcaina vestido como él mientras se movía a ritmo de música africana.

La placa en recuerdo de Rafael Padilla se ha colocaco prácticamente un año después. En las próximas semanas, su figura volverá a reivindicarse en Burdeos, donde murió en 1917. “Desde la galería estamos en contacto con la Asociación de Amigos del Clown Chocolat de Bilbao. En esta ciudad se celebrará el primer fin de semana de febrero un nuevo homenaje, “un día después del estreno en Francia del filme Monsieur Chocolat”. Lo encarnará Omar Sy, protagonista de la aclamada película Intocable.

Ya instalado en Francia, su nombre artístico pasó a llamarse Chocolat. Aunque cambió de nombre, “se llevó de Bilbao la alegría de vivir para hacer frente a las adversidades y la generosidad que no debemos olvidar nunca”, apuntó Jesús Ahedo. “Nos dejó lo mejor de su persona y el valor de la libertad como representante de un Bilbao plural y abierto a la convivencia”, coincidió Nekane Alonso. - E. Castresana