Bilbao - El balance positivo del año después de “cristalizar la tendencia de crecimiento tan esperada” motivada por la colaboración entre las diferentes instituciones públicas no es suficiente para Destino Bilbao, que ya tiene marcados los retos para 2016. La asociación hotelera que engloba 25 establecimientos de la ciudad pretende acabar con los pisos turísticos ilegales de la villa con la ayuda de la nueva ley que el Gobierno vasco prepara al respecto y, a su vez, busca combatir la estacionalidad de la demanda a través de la creación de un calendario único entre los diferentes agentes.

Según Álvaro Díaz-Munío, presidente de Destino Bilbao, la irrupción de las plataformas como Airbnb o Windu, que ofrecen la posibilidad de que particulares pongan sus pisos a disposición de los viajeros, “es un problema que está creciendo de manera exponencial”. Si hace un par de años consistía en un 10% de la oferta de los alojamientos de la villa, actualmente se cifra en torno al 20%. “Es algo totalmente ilegal, por la sencilla razón de que hay un intercambio de dinero sin emisión de factura”, señala Díaz-Munío, tratando de echar por tierra la creencia de que es un servicio basado en la economía colaborativa al existir una transacción monetaria.

En ese sentido, el presidente de Destino Bilbao asegura que la asociación que preside lleva meses trabajando con el Gobierno vasco para la aprobación de una ley que regule este tipo de alojamientos. “Reclamamos que a los alojamientos ilegales se les pidan los mismos requisitos que a nosotros en materia de controles sanitarios y de seguridad, registro de viajeros...”, expone sobre la normativa que previsiblemente se aprobará a principios del año que viene.

Con el fin de evitar problemas como los ocurridos en Barcelona, donde la regulación ha llegado tarde haciendo imposible que la oferta se normalice, Destino Bilbao solicita que “no solo se haga una ley, sino que se pongan los medios para que se cumpla”. Ello supondría que llevar un control para determinar que cada uno de los pisos inscritos en las plataformas cumple con la normativa referente a los alojamientos turísticos.

El otro caballo de batalla de Destino Bilbao alude a la estacionalidad que afecta tanto a la demanda de los viajeros de ocio como a los viajeros que vienen motivados por negocios. “Queremos crear un calendario único de todos los agentes de la ciudad que se coordine desde Bilbao Convention Bureau, organismo que ayuda a captar los posibles eventos que puedan llegar a la villa”, explica Díaz-Munío, señalando la importancia de acomodar las agendas de BEC, del Palacio Euskalduna y de los hoteles en materia de eventos como congresos, convenciones o ferias.

“La finalidad del calendario sería que no se quedara nadie sin venir y no tuviera un no por respuesta porque un espacio está lleno o los hoteles no tienen disponibilidad porque se ha duplicado la necesidad de habitaciones en una fecha concreta”, considera mientras admite que evitar la estacionalidad referente a los viajeros de ocio es aún más complejo ya que se basa en “conseguir que en meses como en enero o febrero, cuando los hoteles siguen abiertos, vengan todos los que tienen que venir”.