La narcosala se mantendrá en Bailén y ampliará sus servicios a los usuarios
El edil de Acción Social desmiente su traslado y anuncia que otra ONG sustituirá a Médicos del Mundo en la gestión
BILBAO - Ni se traslada a Deusto ni a Uribarri. La sala de Bailén de baja exigencia no solo no se cierra sino que acogerá un proyecto más ambicioso. “Queremos que pase de ser una sala de consumo supervisado a que haya un acompañamiento para que las personas no lleguen a la exclusión”, según adelantó ayer el concejal de Acción Social, Juan Félix Madariaga. Ayuntamiento de Bilbao, Diputación de Bizkaia y Gobierno vasco se implicarán en este proyecto que financiarán de manera conjunta como ocurría hasta ahora. El nuevo centro sociosanitario de atención a las adicciones comenzará a funcionar pocos días después de que lo deje Médicos del Mundo, que es quien lo gestiona en la actualidad, una vez realizadas las obras pertinentes. Los concejales del PP, PSE y Bildu afearon la tardanza en dar las explicaciones y cuestionaron la implicación de la Diputación de Bizkaia. Gizakia podría ser la ONG que gestione el nuevo proyecto.
Juan Félix Madariaga compareció ayer a petición del PSE y del PP para explicar los planes municipales para las personas que en estos momentos acuden a la sala de Bailén, conocida como narcosala, una vez que la ONG Médicos del Mundo, que es quien la gestiona en la actualidad, lo deje el próximo 25 de noviembre. Su intervención despejó la polémica que se ha suscitado en los últimos meses en los barrios de Deusto y Uribarri, adonde según difundieron varias informaciones se apuntaba su traslado. El proyecto que se quiere implantar en Bailén es mucho más ambicioso y con unos objetivos sociosanitarios que persiguen que el consumidor activo no llegue a la exclusión y pueda en cambio reinsertarse en la sociedad abandonando el consumo.
Nuevo centro El nuevo centro sociosanitario de atención a las adicciones acogerá un proyecto que se diseña a la carta en coordinación con las administraciones implicadas con la idea de que se propicien sinergias entre los sistemas de atención a personas con adicciones. La atención que se va a prestar, según explicó Madariaga, quiere posibilitar una transición natural entre los recursos sociales de base y los especializados, y fomentará el acompañamiento social y la continuidad de cuidados a lo largo de todo el proceso. “Se trata de favorecer un primer paso, un punto de inflexión, una oportunidad para motivar e iniciar procesos”, enfatizó Madariaga. El concejal explicó que la baja exigencia no debe suponer renunciar a conseguir progresos en la incorporación de estas personas a los centros o servicios que permitan superar su situación, pero tampoco es condición sine qua non para continuar recibiendo los mínimos asistenciales.
El proyecto en el que llevan trabajando las tres instituciones desde hace unos meses está perfilado al 98%, aunque aún faltan flecos por concretar. También está prácticamente cerrado el acuerdo con la ONG que será la encargada de poner en marcha este proyecto.
En este sentido, Madariaga, que no quiso desvelar el nombre de la entidad con la que se está trabajando en el proyecto, apuntó que se ha buscado una organización que trabaje en red con las entidades sociales de Bizkaia. Otro de los requisitos que se ha tenido en cuenta es que contara con experiencia en la atención a personas drogodependientes, así como que aportara un conocimiento especializado y calidad en la gestión. Esta entidad sin ánimo de lucro debe de contar con respaldo de voluntariado, puesto que una de las funciones del proyecto consiste en el contacto con los usuarios de este centro. Y finalmente, otro de los requisitos es que tenga una amplia implantación en el territorio.
Todo apunta a que será Gizakia quien lidere este nuevo proyecto, aunque el acuerdo no está cerrado. Sin embargo, los fundamentos de esta fundación encajan perfectamente con lo que se precisa para el centro de Bailén. Creada por Cáritas y la Diócesis de Bilbao en 1985, la fundación Gizakia es una entidad sin ánimo de lucro declarada de utilidad pública, que desarrolla programas y acciones de prevención, asistencia e inserción socio-laboral dirigidas a colectivos en riesgo de exclusión social.
La oposición La explicaciones de Madariaga sobre este proyecto fueron acogidos con reticencias por los grupos de la oposición. Por un lado, tanto PP, PSE como Bildu creen que estas explicaciones llegan tarde y tras una polémica generada en los barrios de Deusto y Uribarri, donde según señalan iban a trasladarse los servicios que se dan ahora en Bailén. “Nunca dijimos que eso fuera así. Es más, en todo momento expresamos nuestro deseo de que la sala de Bailén no se cerrara. Es una polémica creada en algunos medios de comunicación por un interés de alguien”, se defendió Madariaga. Sin embargo, para el concejal del PP Óscar Fernández, “lo que ocurre es que han echado para atrás en vista de la polémica que se había originado por la proximidad de centros escolares”.
La concejala del PSE Yolanda Díez criticó la tardanza en explicar el proyecto y preguntó si durante un tiempo los usuarios se quedarían sin servicio, algo que Madariaga aclaró explícitamente: “Solo estará cerrado el tiempo que sea necesario para su adecuación pero serán días”. Sin embargo, el portavoz del PSE, Alfonso Gil, “pidió conocer cuál va a ser la aportación de la Diputación en este proyecto; porque nos fiamos de usted, pero no de la Diputación, que nos ha dejado solos en Bilbao La Vieja”. Y la concejala de Bildu Ana Etxarte dijo que había que haber actuado antes y que se necesitará reforzar los servicios de bases. “Tenemos tiempo hasta el 25 de noviembre y se trabajará en distintos programas”, aclaró el concejal de Acción Social.