BILBAO. Los viejos pabellones de la extinta empresa Cromoduro de Zorrotzaurre están pasando a la historia. La demolición del conjunto de edificios que antaño albergaron una de las empresas más potentes en su especialidad comenzó el pasado lunes y avanza a buen ritmo a orillas de la ría.

Tal y como adelantó DEIA, el pasado mes de julio, este era el deseo del Ayuntamiento de Bilbao y los dueños del solar han accedido y eso a pesar de que en sus planes actuales no estaba correr con los gastos de este proceso deconstructivo.

Como se recordará este complejo de edificios ubicado en la zona cercana a la punta de Zorrotzaurre ha sido objeto de múltiples problemas desde que hace más de tres años la actividad industrial desapareciera de su interior. La presencia de okupas e indigentes causantes de problemas de convivencia con los vecinos cercanos, robo de material abandonado, varios incidentes con dos incendios incluidos causados de forma intencionada y otros problemas llevaron la pasada primavera al Ayuntamiento a solicitar a la empresa inmobiliaria Umpro 2000 que derribara los edificios. De hecho, aceleró todos los trámites y concedió la licencia municipal para las obras de derribo ya en el mes de mayo.

Solución extrema Era la solución extrema a una situación que cada vez estaba causando más quebraderos de cabeza al Ayuntamiento pero más los vecinos de Zorrotzaurre y a la propia Umpro 2000, como propietaria y responsables de los edificios que se levantan sobre un solar de 10.000 m2 de superficie. Quizás porque el derribo del complejo era beneficiosa para todas las partes implicadas, la inmobiliaria ha accedido a las pretensiones municipales y ya ha iniciado el proceso de demolición.

Fuentes municipales mostraron ayer su satisfacción por el inicio de los trabajos y aseguraron que “de esta forma se evitará un foco de problemas para todos los vecinos”.

Y eso a pesar de que a la empresa le va a suponer un coste económico importante y no tenía prisa ninguna en efectuar esta operación. La razón es que este solar ni tan siquiera se encuentra en la Unidad de Ejecución número 1, que es la primera cuya urbanización va a acometer próximamente la Comisión Gestora de Zorrotzaurre.

La habilitación de esta parcela se incluye en la segunda unidad que se abordará una vez desarrollada la primera, es decir, a lo largo de la próxima década, como mínimo. Mientras tanto, dos máquinas de demolición, una con una piqueta y otra con una pinza hidráulica, están acabando a velocidad de vértigo con los viejos pabellones que albergaban la maquinaria de Cromoduro.

Pero no todo será abatido. Dos edificios de la empresa, uno el que albergaba las oficinas y otro denominado la casa del guarda, quedarán en pie ya que ha sido incluidos en el listado de edificios a salvar por su valor histórico e industrial en el proceso de urbanización de la futura isla de Zorrotzaurre. Este derribo se viene a unir a otro efectuado en junio cuando fueron desmantelados dos edificios que albergaron las dependencias de Compañía Nacional de Oxígeno, Praxair. De esta forma, la presencia de solares vacíos va ganando terreno y de las 61 edificaciones industriales definidas un total de 22 habrán sido demolidas cuando en los próximos días se complete el derribo de Cromoduro.