Bilbao. El desarrollo urbanístico de la futura isla de Zorrotzaurre quema etapas rápidamente. La junta de concertación de la nueva zona urbanística de Bilbao aprobará antes de finalizar el mes el documento de reparcelación de la primera fase de urbanización de la todavía península. Este documento es el último de calado que queda por validar antes de que las máquinas entren en los terrenos para iniciar las obras de las zonas comunes, de parques, calles y plazas en la Unidad de Ejecución 1 de Zorrotzaurre.

La reparcelación es el procedimiento mediante el cual se sustituyen los solares iniciales afectados por esta actuación urbanística por otras parcelas aptas para su edificación. El plan, de aprobación inmediata, también distribuirá de forma equitativa los beneficios y las cargas que generarán los solares incluidos en la zona de trabajo.

El documento todavía no es definitivo, ya que, tras su próximo visto bueno por parte de la junta, se abrirá un periodo de alegaciones al que podrán acudir los más de cincuenta propietarios de terrenos, como otras personas ajenas al proyecto. Una vez cerrado el plazo de información pública, se estudiarán las alegaciones y se dará por definitivo el plan.

La junta de concertación se constituyó en octubre pasado conformada por los cinco propietarios de terrenos más importantes, en concreto, Visesa, Gobierno vasco, Ayuntamiento de Bilbao, Sociedad Promotora Margen Derecha y Vicinay Cadenas. Desde entonces ha trabajado de forma intensa con todos los dueños de solares para ser ecuánime en el reparto y evitar al máximo las alegaciones de los afectados. Este organismo, que será el responsable de gestionar el desarrollo de la futura isla, ha imprimido un buen ritmo a la maquinaria burocrática para que 2014 sea el año que se inscriba en la historia como el del arranque definitivo de Zorrotzaurre. La junta de concertación también abrió la posibilidad de que se unieran más propietarios a su seno y, tras acabar el plazo de adhesión, se han contabilizado cuatro nuevos integrantes.

En concreto, se trata de dos particulares, la empresa FCC y la Administración del Estado, que todavía tiene intereses en la península. Con estas adhesiones, la junta está compuesta por nueve miembros que representa el 78,60% de los 389.654 metros cuadrados de la primera fase. Otro paso definitivo que tiene que dar el Ayuntamiento de Bilbao es la adjudicación de las obras de la apertura del canal de Deusto, el gran hito que simbolizará el arranque de Zorrotzaurre.