Bilbao. Los trabajos para desmantelar los viejos accesos viarios de Sabino Arana llegan a su fin. Tras más de seis meses de labor complicada en una zona urbana de gran actividad y con fachadas de edificios a pocos metros, la desaparición de los tableros se consumará en el plazo de tres semanas.
Para ello será necesario cortar la autopista con la que se fusionan los últimos tramos y se hará en tres fases. La primera se efectuará en dos jornadas (hoy y mañana) en horario nocturno. La Diputación suspenderá la circulación entre los viaductos de Rekalde y Bentazarra, en dirección Cantabria, entre las diez de la noche y la seis de la mañana. En sentido contrario no se cortará el tráfico, pero solo se podrá circular por un carril. Estos cortes son necesarios para que la gran grúa que ha abatido los viaductos de Sabino Arana finalice su trabajo retirando los dos tableros que unían el scalextric con la A-8 en dirección Cantabria y que sobrevuelan la autovía. Aunque estas secciones se podían haber demolido a base de máquinas trituradoras, la cercanía de las viviendas de la calle Camino de la Estación ha aconsejado seguir usando la gran máquina elevadora, una de las grúas móviles más potentes del mundo. Las maniobras cuentan con el handicap de que se tendrá que elevar la longitud de su brazo o pluma y, por ende, aumentar su contrapeso para poder alcanzar las piezas a retirar.
El resto de los tableros que quedan por desmontar se derribarán in situ utilizando martillos picadores y máquinas destrozadoras. Ello es debido a que la presencia del trazado ferroviario subterráneo de FEVE, justo en paralelo a la autopista, impide que la gran grúa se acerque, ya que no aguantaría su peso. Excepto el tablero que resta por abatir cerca de la viviendas de Camino de la Estación, el resto que será demolido son los que se conectan con la autopista al lado del albergue municipal.
Estos trabajos serán los que se efectuarán en dos fines de semana seguidos y obligará a los martillos picadores a trabajar sobre el asfalto de la autopista. Será el colofón para la retirada de los tableros.
Aunque fuentes forales no han querido concretar este último operativo hasta no tenerlo todo cerrado, según ha podido saber DEIA, las empresas contratadas prevén el desmantelamiento de estas últimas piezas en dos fines de semana distintos y se acometerá en horario diurno. Los sábados y domingos son jornadas de menos tráfico, por lo que las molestias a ocasionar serán menores teniendo en cuenta que se va habilitar un baipás o paso alternativo, mientras las máquinas trituradoras actúan sobre el tronco de la autopista.
Para estos dos fines de semana, las previsiones forales pasan por suspender el tráfico en sentido Cantabria y trasladarlo al otro sentido de la autopista. Así, los conductores que circulen en dirección Donostia compartirán sus tres carriles con los que vengan desde Cantabria.
Mientras tanto, prosigue la demolición, ya en tierra, de los últimos tableros abatidos. Uno de los tramos en el que más mimo se puso el martes fue en la sección curva que discurría a poco de más de dos metros de la fachada de las viviendas de Camino de la Estación. El trabajo se prolongó más tiempo que el resto por el riesgo que entrañaba la maniobra con giro de la pluma incluido.