Bilbao. Hontza, el centro de acogida nocturna para drogodependientes que Cáritas puso en marcha en la iglesia de San Antón hace diez años, se ha quedado pequeño. Sus 18 camas son insuficientes para satisfacer la demanda de las personas sin hogar y con problemas de adicción que malviven en Bizkaia. "Todos los meses hay gente que se queda fuera", reconoció ayer Iñigo Cortazar, director del centro. Pero ellos no pueden hacer más por rebajar la lista de espera que tienen los servicios sociales del Ayuntamiento. Las instalaciones de San Antón no pueden ser ampliadas. Para cubrir toda la demanda habría que pensar en una nueva ubicación. Y eso no depende solo de Cáritas. También de las instituciones, que sufragan el 75% del presupuesto de Hontza. Diez años después de su entrada en servicio, sus responsables trabajan con la misma ilusión y filosofía. "Nuestra seña de identidad" dijo Iñigo Cortazar, "es atender a los más necesitados, a los excluidos dentro de los excluidos".

El obispo de Bilbao, Mario Iceta, fue el encargado de recordar la génesis del proyecto y los problemas que hubo con su primera ubicación. "Las instituciones", dijo Iceta, "pidieron a Cáritas cómo se podía dar respuesta a una necesidad tan compleja como la de los toxicómanos activos y sin hogar". La respuesta de Cáritas fue ponerse manos a la obra. Buscó una ubicación en La Peña, pero la respuesta vecinal hizo imposible que cristalizara. Pero, tal y como recordó, el obispo, "Cáritas no podía renunciar al proyecto". Así que se pusieron en contacto con el párroco de San Antón, Luis Alberto Layo, quien acogió la idea con entusiasmo. La capilla de culto diario se transformó en un gran dormitorio con literas con capacidad para 18 personas, un salón-comedor, baños y lavandería. Corría el año 2003 y Hontza se convertía en el primer centro de estas características en Euskadi. Y sigue siendo el único. Algo que resaltó el obispo. "Es modélico y pionero". Pero lo que más quiso destacar Mario Iceta fue el apoyo que tuvo Hontza en sus inicios por parte de la comunidad parroquial del Casco Viejo y de los vecinos de la zona. "Gracias a todas estas personas", dijo Iceta, "Hontza se integró en el barrio, siendo, al final, una experiencia altamente positiva".

equipo El director de Cáritas, Carlos Bargos, destacó que el proyecto Hontza es "extremadamente importante" para ellos y mantiene intacto su principal objetivo: "Recuperar la dignidad de la persona". Por eso, Hontza se mantiene en "la primera línea de exclusión". Resaltó también que en sus diez años de historia, Hontza ha ido adaptando sus criterios de intervención. "Una de las claves", dijo, "es la constante revisión de la realidad que atiende para ir adaptando la intervención". Esa adaptación se consigue gracias al equipo de profesionales que trabaja diariamente en el centro, la mayoría de ellos educadores y trabajadores sociales. Un equipo que también cuenta con la ayuda de voluntarios, algunos de ellos de barrio.

Iñigo Cortazar y Sonia Costillas son dos de los profesionales que han hecho de Hontza un centro de referencia. Los dos siguen trabajando con la misma ilusión del primer día. Y además consideran que deben continuar porque "Hontza, hoy en día es más necesario que nunca". Los datos así lo reflejan. Todas las noches dan cobijo a 18 personas, pero darían más si tuvieran más espacio porque hay lista de espera. "De las 18 plazas", señaló Iñigo Cortazar, "catorce gestiona el Ayuntamiento y las otras cuatro, nosotros". Eso en cuanto al proyecto Pernocta. Pero Hontza también da servicio a través del programa Café y calor. Gracias a él, todas la noches entre treinta y cuarenta personas, pueden disfrutar de un café caliente con galletas, de una buena ducha y de la compañía de los profesionales y voluntarios de Hontza.

A lo largo de estos años, Iñigo y Sonia han podido ver cómo ha ido cambiando el perfil del usuario del centro. "Cuando empezamos", dijo Sonia, "el 90% de las personas eran nacionales y ahora no llegan al 70%". También destacó que los hábitos de consumo de los usuarios hace diez años eran diferentes. "Al principio, era heroína por vía parenteral y hoy en día es policonsumo y vía fumada". Han cambiado cosas, pero la filosofía del centro sigue intacta y viva.