BILBAO. Las partidas aprobadas saldrán de las arcas municipales, por lo que el consistorio no tendrá que solicitar un crédito a los bancos para saldar las deudas, según ha explicado el alcalde en funciones, Ibon Areso, en la sesión extraordinaria celebrada hoy.

En el caso de los terrenos ocupados por las oficinas de la antigua sede central de Iberdrola en la calle Gardoqui, el pleno ha autorizado, con los votos a favor de PNV, PSE-EE y PP, y en contra de Bildu, una partida de 12.583.214 euros.

Con este dinero, el ayuntamiento pretende abonar a Bilbao Ría 2000 "la indemnización por la pérdida generada por la actualización, a precios de mercado, del valor" de las 9.000 unidades de aprovechamiento urbanístico que perdió Iberdrola al no poder aprovechar todo el terreno de que disponía en Gardoqui para construir un edificio de viviendas donde antes se levantaban sus oficinas.

En lo referido al caso de la compra de los terrenos de Iparlat en el alto de Castresana (donde estuvo ubicada la antigua fábrica de leche Beyena), el pleno ha autorizado habilitar 6.845.617 de euros, también con cargo al remanente de caja de que dispone la corporación bilbaina.

Con ello, se dará cumplimiento a una sentencia judicial, aunque está recurrida ante el Tribunal Supremo, que condenó al Ayuntamiento de Bilbao a abonar Iparlat S.A. un precio mayor por la expropiación de dichos terrenos al que le abonó en su momento.

Este punto ha salido adelante con los votos favorables del PNV y PSE-EE, que con esta posición han querido lanzar el mensaje de que el Ayuntamiento de Bilbao paga sus deudas, mientras que PP y Bildu se han abstenido.

Han justificado su abstención en el desconocimiento que tienen de los términos de la negociación que lleva a cabo el ayuntamiento con Iparlat para llegar a un acuerdo en este asunto antes de que el Supremo dicte resolución final.

Areso, quien ha vuelto a ocupar el puesto de Iñaki Azkuna, convaleciente aún de una segunda operación en dos meses, ha explicado que el equipo de Gobierno está negociando con Iparlat rebajar el preció de la expropiación en base al concepto de "pronto pago" de la cantidad que se les adeuda, sin esperar al fallo judicial definitivo.

Los partidos de la oposición, excepto Bildu, que se ha mostrado muy crítico con la gestión económica del Ayuntamiento de Bilbao en estos años, han apoyado la habilitación de ambas partidas porque "las deudas están para pagarse y no hay posibilidad de no pagarlas".

Han exigido al PNV, partido que gobierna la corporación con mayoría absoluta, que para próximas ocasiones y dado que ya sabe que tiene varios pleitos abiertos a los que va a tener que hacer frente si los jueces fallan en su contra, incluya estas partidas en los presupuestos municipales para evitar "sorpresas" como éstas a mitad de legislatura.

Areso ha defendido la buena gestión financiera que hace su grupo del dinero municipal con el argumento de que las partidas aprobadas hoy salen de las arcas municipales y no ha sido necesario acudir a pedir un crédito a los bancos para ello.

"Este ayuntamiento tiene músculo financiero suficiente para atender sus obligaciones y compromisos sin necesidad de endeudarse", ha subrayado por último.