Bilbao. El comercio ha decidido hacer frente a la crisis con toda su artillería. Por ello, desde hace días y aprovechando dos circunstancias -la aparición del sol, aunque haya sido efímera, y la inminente llegada de las rebajas, en 15 días-, los establecimientos vizcainos están aplicando descuentos de entre el 30% y el 40%. El objetivo es claro: quieren modifican la actitud de los consumidores, muy retraídos durante todo el invierno y la inexistente primavera, e incentivar el consumo. Para ello, han rebajado los precios de los productos que apenas han tenido salida y los han dejado a precios atractivos. Es la antesala a las esperadas rebajas de verano.

"La gente no sale a comprar y hay que ayudar al cliente a que se anime a hacerlo. Los descuentos motivan bastante y, previo a la época de rebajas, vamos a lanzar importantes descuentos", anuncian desde El Corte Inglés. "El fin de semana pasado fue bastante bueno, no solo por los descuentos, sino también por que el sol brilló y eso cambia la actitud de los clientes", relata Juan Ángel Sanmartín, jefe de la planta de moda de baño de El Corte Inglés. En su opinión, a la complicada coyuntura económica se le ha unido la climatología adversa de los últimos seis meses que ha sumergido al consumidor y al comerciante en "una profunda desgana". "La gente tiene ganas de comprarse algo de temporada, pero con este tiempo prefiere no hacerlo", cuenta Ana Rosa, empleada de una tienda de ropa y complementos del Casco Viejo. En su establecimiento, desde el pasado fin de semana, se aplican descuentos del 30% y reconoce que ha sido una idea muy acertada. "Como no se ha vendido nada, hay quien decide esperar a las rebajas para hacerlo; pero con eso no salvamos la temporada y hay que lanzar ofertas previas con las que, al menos, vender algo", apunta.

La acusada caída en las ventas ha obligado a los comerciantes de la villa a ponerse una vez más las pilas y buscar estrategias que incentiven el consumo. "Tantos fines de semana con lluvia han echado para atrás a la gente y han comprado menos de lo habitual", apunta el presidente de Bilbao Centro, Sergio Etxebarria.

Lluvia Lo cierto es que los comerciantes han puesto toda la esperanza en la tan ansiada llegada del buen tiempo, pero además consideran que aplicar un descuento beneficia que los clientes compren. "Nosotros les ayudamos, pero ellos también a nosotros comprando", cuentan desde El Corte Inglés. En la sección de calzado, las ventas del fin de semana han ido "muy bien". "Ha llovido tanto que la gente no estaba motivada para comprar, pero el sábado lo que más se vendió fue el calzado abierto", explica José Ramón Fernández, responsable de la planta de zapatería de El Corte Inglés.

Los comerciantes bilbainos llevan semanas mirando al cielo; lo hacen todos los días cuando levantan la persiana. "Si ya no se vende; cuando llueve, te mueres de asco", apunta la empleada de una zapatería del Casco Viejo. Sin embargo, el fin de semana pasado, el sol se dejó ver y, gracias a ello, algunos comercios lograron vender como hacía tiempo no lo hacían. Es el caso de Isabel Vázquez, responsable de la tienda de complementos A&J, de Bidebarrieta. "El fin de semana ha ido muy bien. He vendido un montón de gorros. He tenido que pedir más porque me he quedado sin ellos", explica. En su opinión, el sol es fundamental para darle vida al comercio. "Lo del tiempo es psicología pura. Con lluvia, la gente se desanima mucho más y no tiene ganas de salir a comprarse nada. Tiras con lo que tienes", dice.

Lo cierto es que la incesante lluvia ha hecho mella en el comercio, principalmente, en la venta de calzado, complementos y ropa de baño. "El año pasado, para estas fechas, había vendido bastantes bañadores y este año ni la cuarta parte. Va muy lento y mucha gente va a esperar al periodo de rebajas", dice Rosa Pardo, propietaria de la boutique de la media, situada en plena plaza Santiago. "El buen tiempo es fundamental. Cuando la gente viene lo hace con intención de llevarse algo. Vienen para comprar y es más fácil que cuando está lloviendo a cántaros. Entonces, miran, remiran, pero se marchan con las manos vacías", dice Pardo.

Según apunta la responsable de la esta boutique, el buen tiempo modifica los horarios de compra de los clientes. "Cuando llueve la gente viene por las tardes. Si hace sol, la gente aprovecha la mañana para hacer compras porque por la tarde prefieren ir a la playa", dice Vázquez.

Rebajas En los próximos días, la gran parte de los comercios de la capital vizcaina se irán sumando a las ofertas y descuentos en los productos de temporada. "Hay que hacer esfuerzos. Aunque ganemos menos, es preferible ganar y no seguir perdiendo. No nos podemos plantar el 1 de julio con toda la ropa de verano sin vender", apunta Ana, empleada de una tienda de ropa de la calle Correo. Los comerciantes tienen dos semanas para agotar todas las opciones que ayuden a motivar la venta. Sin embargo, temen que la gente en estas fechas aplace sus compras al inicio de las rebajas. "Se ha acotado la temporada muchísimo y, encima, al estar tan cerca de las rebajas, puede haber mucha gente que aplace unos días sus compras", concluye Juliana, empleada de una zapatería del Casco Viejo.