Garellano se adelanta año y medio
La promotora informa a los cooperativistas de que pretende escriturar en junio de 2015 y no a finales de 2016 como estaba previsto El ritmo frenético de la obra permitirá llegar a ras de suelo en noviembre
Bilbao. "Van a toda pastilla, es increíble. De una semana para otra cambia la obra rápidamente". De esta forma tan gráfica describía uno de los cooperativistas de las viviendas que se están construyendo en la parcela de Garellano la evolución de las torres de viviendas de protección oficial (VPO) y tasada (VPT) que se construyen en el corazón de Basurto. Una aceleración que va a suponer un adelanto de casi año y medio en la entrega de llaves de los 310 pisos de VPO y los 289 de VPT.
Inmogroup, la promotora que construye el complejo de rascacielos, confirmó este extremo a los futuros propietarios en las asambleas extraordinarias que se celebraron en la primera semana de este mes. En un principio, el compromiso cerrado por la promotora con Bilbao Ría 2000, la sociedad a la que se compraron las parcelas inmobiliarias, era que la entrega de los pisos se formalizara en 2016, casi seguro en el último trimestre. Eso ha cambiado. Según se informó a los cooperativistas, las nuevas previsiones apuntan a que la construcción de los edificios concluirá para abril de 2015, con el objetivo de solicitar las correspondientes cédulas de habitabilidad en los dos meses posteriores y empezar a escriturar y entregar las llaves en el mes de junio.
buena evolución Estos plazos de tiempo parecen muy factibles si se tiene en cuenta cómo están evolucionando los trabajos. Para comenzar, el proyecto se inició dos meses antes de que Inmogroup escriturara la compra de los dos lotes de parcelas vendidas por Ría 2000 por un total de 43 millones de euros. Si la firma se concretó en diciembre pasado, en octubre ya habían entrado las primeras máquinas para empezar a excavar el gran hueco que a fecha de hoy ya ha concluido su perímetro de trabajo. Un espacio bajo el nivel de calle que ha profundizado entre 10 y 15 metros, dependiendo de la zona del solar, y que ya ha sido asegurado con los muros de contención necesarios bajo las colindantes casas de los militares y la calle Gurtubay. Los otros dos lados de este cuadrado desigual aún mantienen los taludes de tierra, mientras más de una decena de remolques, grúas, pilotadoras y excavadoras trabajan a destajo.
En la zona más cercana a la calle Luis Briñas se observan ya muros de hormigón exentos que servirán a los futuros garajes bajo rasante. A su lado, ya son visibles las primeras columnas que aguantarán la solera de la planta superior y un poco más allá un pica-pica golpea hasta triturar la rocosa superficie.
En la esquina de las calles Gurtubay y Pérez Galdós, una esbelta máquina blanca profundiza para colocar los cimientos del edificio que irá por encima, que será el rascacielos más alto de las viviendas protegidas. A la vez, un poderoso camión coloca las piezas en vertical de las grúas que servirán luego para elevar los esqueletos de hormigón de los edificios. En el anillo exterior al gran agujero excavado se amontona la tierra sobrante y multitud de material acopiado para ser utilizado de inmediato.
reuniones Muchos frentes de trabajo abiertos a la vez en los que incluso se trabaja los sábados como prueba de que la promotora Inmogroup quiere terminar cuanto antes el proyecto que ha bautizado como Dorre Barriak. De hecho, en las reuniones mantenidas con los socios de las seis cooperativas registradas (una por cada edificio), se les informó de que la pretensión es concluir toda la obra de los garajes subterráneos y llegar a la cota cero, a ras de calle, en noviembre próximo. A partir de esa fecha empezarán a crecer hacia el cielo las torres de Garellano. Los responsables de la promotora también comentaron a los socios que la buena velocidad en las obras era debida a la oportunidad actual de tener un sector constructivo inmerso en la crisis y que necesita trabajo. Además, ello puede suponer incluso unos costes menores a Inmogroup.