Cuando las palmas unen a calés y payos
Kale dor Kayiko organiza una ruta por el Casco Viejo con gitanos y payos cantando villancicos
bilbao
LOS payos son buena gente pero les falta ritmo, les cuesta mucho aprender a tocar las palmas", bromeaba Tío Moro, -apodo por el que es conocido respetuosamente entre los gitanos-, profesor de los cursos de palmas que imparte la asociación cultural gitana Kale dor Kayiko e impulsor de una iniciativa muy navideña: juntar a gitanos y payos, rompiendo estigmas y barreras sociales, para cantar villancicos por el Casco Viejo bilbaino.
"Es una buena forma de seguir profundizando en la convivencia y la solidaridad", señaló Tío Moro, que ayer dirigió al coro de aprendices payos para que no desentonasen ante tanto arte gitano. "Los gitanos tenemos el ritmo de serie", apuntó entre risas. Para completar la kalejira, las mujeres de Sim Rommi pusieron voz a los clásicos navideños, pero adaptándolos. Las calles del centro histórico de la capital vizcaina quedaron asombradas con los villancicos por rumbas, tanguillos y bulerías. "Cantamos los típicos villancicos de Navidad, pero los adaptamos dándole el toque gitano", resumió. Así, entre villancico y villancico, camino de Belén..., varias mujeres gitanas se arrancaron a bailar por bulerías ante las miradas de un numeroso público payo entusiasmado con la cultura calé. Bajo este hilo conductor, el séquito de artistas partió desde la Iglesia San Nicolás hasta la plaza Unamuno, donde hizo su primera parada. Gitanos y payos, unos frente a otros, se miraron, y con el comienzo de las primeras voces, amenizaron el ambiente. La gente, inmersa en las compras navideñas, hizo un alto en el camino para ver la escena. "Un dos, un dos, ahora dos...", dirigía con énfasis y alegría Tío Moro a los payos, menos duchos en estas lides que los gitanos. Sin embargo, ganas y entusiasmo no les faltaron.
precedente "El año pasado también hicimos este recorrido y hubo mucha expectación. La gente se animó mucho al igual que este año", comparó Tío Moro, satisfecho con la aceptación del público a su labor, año tras año.
En total, el grupo, compuesto por más de cincuenta personas, recorrió lugares emblemáticos del Casco Viejo como la plaza Unamuno, Santos Juanes, La Bolsa, Santiago, la Plaza Nueva y el Arriaga, para acabar, finalmente, disfrutando todos juntos con una gran chocolatada de hermandad que puso el colofón a una larga travesía con la solidaridad y la convivencia por bandera.
"Nuestra labor es ayudar a mejorar las relaciones entre payos y gitanos, y organizar una actividad de este tipo juntos es algo muy importante para las dos culturas", explicó Tío Moro.
En este sentido, la relación entre gitanos y payos, además de histórica, no puede ser más navideña, como demuestra el villancico, La virgen como es gitana, que habla de: "Los gitanos son bronce/y los payos de hojalata/y el chaval del portal/mejor que el oro y la plata" (...).
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