BILBAO. El número de personas que están pasando dificultades económicas en estos momentos es cada día mayor. Como la gota malaya, la crisis tortura lentamente a las familias, haciendo que muchas de ellas que rozaban la exclusión sucumban sin querer a la pobreza. El Ayuntamiento de Bilbao ha detectado que, en estos momentos, 16.000 bilbainos pueden caer al precipicio de la exclusión social si sus condiciones no cambian. En Bizkaia, según los últimos datos de Cáritas, se ha pasado de atender a 4.035 personas a 5.534 en situación de pobreza.

Los datos, aunque no lo parezca, tienen alma y reflejan testimonios espeluznantes. Un voluntario de Cáritas, del área de Personas Sin Hogar, señalaba en el informe que ha realizado esta institución: "Nos han empezado a llegar personas que vivían en lonjas, trasteros..., que sobrevivían con trabajos esporádicos, que ahora no hay. Son personas entre 45 y 50 años". Y añade: "Situaciones cada vez más urgentes".

En muchos casos, se trata de ciudadanos que llevaban una vida normal, y que, por un traspié laboral, se han visto abocados a pelear contra la exclusión. Una de estas personas atendidas en Cáritas relata su caso en este informe: "Yo estuve trabajando en la construcción en la zona de Burgos hasta el año pasado. Vivíamos tranquilos en un pueblo, hasta que se acabó el trabajo. Es cuando vinimos a Bilbao a una habitación para buscar empleo. En el piso se complicaron las cosas, porque cada vez entraba más gente y vivimos situaciones muy difíciles. Ella estaba haciendo un curso de Educación Familiar en Cáritas. En el piso estábamos cada vez peor y con la niña no podíamos seguir allí".

Los primeros síntomas de que el número de personas en situación de pobreza en Bilbao había aumentado ya fueron detectados hace unos meses. Cáritas se había hecho eco de esta situación. En los primeros meses de 2012, más gente solicitaba ropa y comida. También el Banco de Alimentos alertó de la necesidad de recaudar más productos que llegaran a las instituciones que atienden a las personas más necesitadas de la población.

Carmelo Corada, portavoz de Cáritas, lamenta que el goteo de personas con dificultades que recurren en busca de ayuda no cesa. "Al principio se notó con mucha virulencia. El incremento de 2007 a 2011 fue de un 50% de personas nuevas atendidas. Se pasó de una partida de 1 millón de euros a 1,9 millones de euros. Ahora, el aumento no es tan espectacular, pero sigue creciendo".

De hecho, el informe de Cáritas concluye de manera general que la realidad de la pobreza que se presentó en mayo ha crecido en todas sus dimensiones: pobreza, dificultades de acceso a la protección pública (prestaciones económicas), familiares a cargo, precariedad en la vivienda y situaciones en las que coinciden todos los factores.

la primera vez Los responsables de Cáritas ya habían detectado un incremento en el número de personas en situación de pobreza que han sido atendidas en el primer semestre del año. Según explica Carmelo Corada, de hecho, se ha pasado de atender a 4.035 personas a 5.534 personas en situación de pobreza. Pero, además, y es otro signo de alarma, 1.956 personas se han acercado por primera vez a un proyecto de Cáritas. "Se trata de gente que tenía un trabajo precario, pero que le permitía llevar un vida modesta dentro de lo que socialmente se considera normal".

Los primeros síntomas de dificultad de estas personas en peligro de exclusión pasan por devolver recibos, vender propiedades si se puede y consumir los ahorros que se tenían. Pero, llega un momento que se toca fondo. Además, según el portavoz de Cáritas, "la gente llega cada vez en situaciones peores".

Otro de los problemas que han constatado es que hay personas a las que Cáritas acompaña desde antes de 2009 cuya situación vuelve a empeorar. Este es el caso de 1.190 vizcainos. La situación tiene consecuencias físicas y emocionales en las personas que están sufriendo estos problemas. De hecho, Cáritas ha observado un deterioro progresivo físico y emocional tanto de las personas a las que están acompañado como de las que se acercan por primera vez a Cáritas. "La falta de oportunidad y el miedo por el futuro está generando estrés, indefensión e impotencia. Estas circunstancias añaden a los procesos dificultad, porque es complicado generar expectativas de futuro".

Otro de los factores que está influyendo en los nuevos números que engrosan la crisis son las dificultades de acceso a la protección económica pública, fundamentalmente, debido a las nuevas exigencias de empadronamiento.

Aunque todas las situaciones son preocupantes, Cáritas pone el acento en aquellas personas que han llegado a situaciones de pobreza y que mantienen familias a su cargo. También estos casos se han incrementado. El informe de Cáritas revela que han pasado de atender a 1.638 personas, entre octubre de 2011 a marzo de 2012, a atender a 2.026 en los primeros seis meses de 2012. Esta circunstancia afecta especialmente a mujeres. En el programa de familia y en la red de acogidas aumenta la preocupación por el número de jóvenes, la mayoría con menores a cargo, que se quedan sin respuesta porque no cumplen el requisito de los tres años de empadronamiento.