Bilbao. La de ayer era una jornada de cambio en Zorrotzaurre: los conductores que suelen aparcar en esta zona de la villa debían acostumbrarse al nuevo estatus de zona OTA del aparcamiento situado junto a la clínica IMQ. El día transcurrió con tranquilidad, sin grandes sobresaltos, pero con el parking prácticamente vacío: el hecho de tener que pagar ahora por aparcar disuadió a muchos usuarios.

Este aparcamientos tiene solo dos fracciones de pago: la de mañana y la de tarde. Cada una de ellas cuesta 2,10 euros y da derecho a aparcar durante toda la mañana o toda la tarde. Pese a todo, había dudas sobre el funcionamiento del estacionamiento de pago en el aparcamiento de Zorrotzaurre. "La gente pregunta sobre el periodo de estacionamiento, si hay que cambiar el coche de plaza al renovar el ticket... Pero vienen muy bien informados por los anuncios que se han hecho estos últimos días", explicaba uno de los empleados de la OTA que velaba por el aparcamiento de Zorrotzaurre. El parking registraba una menor afluencia de coches de lo habitual. "Esto suele estar casi lleno. Son unas 650 plazas y hoy -por ayer- hay un centenar de coches", calculó el operario.

Entre los automóviles estacionados en el aparcamiento estaba el de Ameli Botaño, que llegó hasta Zorrotzaurre desde Amorebieta-Etxano. "A mí me parece bien que se ponga OTA aquí. Es más barato que el aparcamiento de IMQ. Siempre que venimos al igualatorio aparcábamos allí porque aquí no había sitio, antes esto se llenaba en diez minutos", explicaba esta zornotzarra. Junto a su hija, no dudó en plantear todas sus dudas al personal de OTA. "Lo mejor de todo es que no hay que cambiar de sitio al renovar el ticket; eso, cuando estás aquí mucho tiempo, se agradece", señaló Ameli.

Sorpresas Por su parte, también había a quien le cogía por sorpresa el hecho de que este aparcamiento se convirtiese en zona verde de OTA. "No sabía nada. Me ha extrañado ver el parking tan vacío pero luego, al ver el aparato de la OTA, le he encontrado explicación", reflexionaba Juan Carlos Vicente. Él suele utilizar este aparcamiento en algunas ocasiones, ya que su esposa trabaja en el centro médico. "Antes era gratis y, evidentemente, era mejor, porque aunque estaba lleno, siempre encontraba algún hueco", explicó. Pese a todo, Juan Carlos aseguró entender la medida. "Si vienes a ver a alguien al hospital, no te gusta tener que estar buscando sitio para aparcar", defendía.

Los que se llevarán más de un susto serán los conductores que aparcan sus coches aquí durante toda la semana. "Este se va a llevar una gran sorpresa cuando venga el viernes a por el coche", admitía el operario de OTA Bilbao ante un vehículo. La ingrata sorpresa se traducirá en una serie de multas por no haberse informado del cambio.