Llegan desde varios puntos del mundo para reunirse en Bilbao. Cuarenta religiosas Siervas de Jesús acuden a la villa para escribir un nuevo capítulo en la historia de la congregación: elegir al órgano gestor que dirigirá a las monjas durante los próximos seis años.
Las Siervas de Jesús forman parte del paisaje de Bilbao, principalmente de La Naja, desde cuando alcanza la memoria. Sus hermanas se han caracterizado por ayudar a los más necesitados, en hospitales o residencias, siempre con el desfavorecido, desde que la religiosa María Josefa Sancho de Gracia fundara la congregación allá por 1871.
En estos momentos difíciles, las Siervas de Jesús sirven diariamente en la casa central de Bilbao 170 desayunos (han llegado a servir 200) a quienes no tienen recursos, con la valiosa aportación del Banco de Alimentos, que les suministra lo necesario para poder ofrecer un desayuno equilibrado. En esta misma sede también atienden el centro de acogida de enfermos terminales de sida con la ayuda económica que reciben de la Diputación Foral de Bizkaia. Actualmente, 13 enfermos viven con dignidad en el centro.
La Fundación Tapia también colabora generosamente con la congregación y los donativos más las cantidades que voluntariamente les pagan por la atención domiciliaria a los enfermos, les ayudan a subsistir. Pero ¿cómo llegan a fin de mes? "La Providencia es la que nos hace llegar a todo", contesta la superiora, la madre Felisa Jiménez.
Capítulo en octubre El mes de octubre que hoy comienza es muy importante para las Siervas de Jesús, ya que durante estos días celebran en Bilbao su Capítulo. El evento tiene una relevancia muy especial para el colectivo, porque es cuando someten para su aprobación los nombramientos de su Gobierno General para el siguiente sexenio. Para ello, cuarenta religiosas, elegidas por el resto de compañeras, han viajado hasta Bilbao. También acude la madre general, que ha dejado su residencia en Roma y ha viajado a la villa para la cita. Y es que los restos de su fundadora, la vitoriana María Josefa Sancho de Guerra, se encuentran en la sede de la congregación en Bilbao. Casualmente este 2012 está siendo muy especial para las Siervas, porque además de celebrar el Capítulo, han festejado el Año Jubilar del Centenario de la muerte de su fundadora.
En 1871, con 29 años, María Josefa llegó a Bilbao y se encontró con una villa de apenas 30.000 habitantes; con una importante afluencia de gentes de diversa procedencia que llegaban en busca de trabajo, ya sea en las minas de Somorrostro o en las grandes fábricas que estaban surgiendo en Barakaldo y en Sestao. También el puerto ofrecía trabajo, y se necesitaba mano de obra para la construcción de ferrocarriles y para las obras del ensanche. En aquella época floreciente se amasaron grandes fortunas, pero había también muchas necesidades. Supo que algo tenía que hacer y así nació la congregación de las Siervas de Jesús. Desde entonces, su convento de La Naja es una referencia en la ciudad.