El mantenimiento del mobiliario está valorado en 500.000 euros

Bilbao. Como ocurre en una casa, mantener los muebles de la ciudad en buen estado tiene un costo que se eleva cada año a 527.949 euros. Según datos ofrecidos por el Área de Obras y Servicios de Bilbao, el pasado año, el Ayuntamiento destinó 104.253 euros a arreglar los daños causados en el mobiliario urbano de juegos infantiles y plazas y otros 86.000 en daños en mobiliario urbano de parques y jardines. El resto de la partida se gastó en reponer esa parte del mobiliario que, por el paso del tiempo y del uso, había quedado fuera de servicio.

El inventario de los muebles de Bilbao es amplio. El Ayuntamiento se ha esforzado en los últimos años no solo en hacer de la villa una ciudad bella, de ahí el cuidado de las flores y árboles, sino que también ha procurado que fuera una ciudad cómoda y divertida. Por eso, a lo largo de sus calles y parques hay 11.476 bancos que permiten a los bilbainos y foráneos descansar, conversar o hacer un alto en el camino. Los hay en todos los distritos y prácticamente en igual número de unidades en cada barrio, excepto en los distritos 2 (Uribarri) y 4 (Begoña), que tienen 871 y 782 bancos. En el resto superan el millar distribuidos en sus calles.

Parques infantiles También han aumentado en los últimos años los parques infantiles. Los niños de Bilbao pueden jugar en cualquiera de las 144 zonas de juego distribuidas por la ciudad. Precisamente, en este apartado, los distritos 5 (Casco Viejo) y 7 (Rekalde) son las dos zonas que concentran más cantidad de parques infantiles. Además, el Ayuntamiento está trabajando ahora en cubrir algunos de ellos, para así mejorar el espacio para los más pequeños. Los problemas de vandalismo representan uno de los factores que se tienen en cuenta. Pintadas en juegos y bancos, arranque y desplazamiento de bancos, rotura y desplazamiento de aparcabicis son una constante amenaza para el mobiliario de la villa.

Bilbao tampoco se olvida de los más mayores, para la que ha previsto 26 parques de juegos que aumentarán en los próximos años. La mayoría de ellos están en el Casco Viejo. Son la constatación de una ciudad que se adapta a su población que, como ya apuntaban los datos del Eustat, es cada vez más mayor.