BILBAO. El Barceló Nervión de Bilbao se va a someter a una reforma integral para reconvertirse en un hotel de cuatro estrellas que le permita competir con el resto de establecimientos de la ciudad. El lifting del hotel durará cinco meses -desde mediados de octubre a mediados de marzo-, tiempo durante el cual permanecerá cerrado al público. El objetivo de los gestores del Barceló es que todo esté listo para la Semana Santa de 2013 y plenamente activo para Aste Nagusia del próximo año.
La lectura más positiva del trabajo que va a realizar el Barceló Nervión para lucir las cuatro estrellas va más allá de la iniciativa privada de mejora de un establecimiento en Bilbao. La iniciativa está estrechamente ligada al prometedor futuro del turismo en Bilbao y Bizkaia, tal y como lo avalan los datos del sector. Esta es la reflexión que han hecho los responsables del Barceló Nervión para decidirse a acometer la reforma. "Hay más turismo en la ciudad. Los hoteles se han renovado y se han construido nuevos; por eso, aunque nosotros ya habíamos hecho algunas reformas, creíamos que necesitábamos un cambio más en profundidad", señala a DEIA su subdirectora, Leire Aranburu. De hecho, Aranburu reconoce que las instalaciones se han quedado un poco "obsoletas".
En noviembre de 2011, el hotel Villa Bilbao adoptó la misma decisión que el Barceló y cerró sus puertas para acometer una reforma total de sus instalaciones. Tras cuatro meses de obras, el pasado 1 de marzo, tal y como estaba previsto, el Villa de Bilbao, de la cadena NH, abrió sus puertas totalmente renovado.
Ubicación estratégica El hotel Barceló Nervión es el más grande de la ciudad, con 355 habitaciones. Su apertura al público se remonta a 1973. Con los años, los cambios que ha experimentado Bilbao le han favorecido, puesto que en sus inicios ni la ría contaba con los paseos actuales ni podía presumir de situarse próximo al mayor atractivo de la ciudad, el Museo Guggenheim. Además, con el tiempo, el Palacio Euskalduna y, más recientemente, Abandoibarra se han ido sumando a este paseo por las orillas de la ría. Así que ahora, además de sus instalaciones, la carta de presentación del hotel incluye su magnífica ubicación. Y no solo por las vistas y el emplazamiento próximo al centro de la ciudad, sino también por sus accesos. La entrada y salida al hotel desde el aeropuerto es muy cómoda para sus huéspedes desde los túneles de Artxanda.
Todos estos ingredientes son los que ha valorado la dirección para decidirse a reconvertir sus instalaciones en un cuatro estrellas y adaptar su oferta a esta categoría. En realidad, el hotel ya cumple con los requisitos legales para ser un establecimiento hotelero de alta calidad; sin embargo, la dirección no había considerado oportuno subir este escalón, a tenor de los mayores impuestos que ello acarrearía. Ahora, con la remodelación y la nueva imagen, los gestores del Barceló Nervión consideran que ha llegado el momento de dar el paso y entrar en la oferta más selecta de la villa.
La propuesta de reforma pasa por modernizar sus 355 habitaciones de una manera integral. Para ello, se pretenden realizar importantes cambios no solo en las habitaciones sino también en el hall y en sus salas de reuniones. Hace tiempo, ya modernizó la cocina, y hace dos años, una parte de las habitaciones; pero ahora se afrontará la reforma de todo el conjunto. Los cambios pasan por utilizar líneas rectas y recurrir a colores que aporten mucha claridad. De hecho, la próxima semana verán la primera habitación piloto y tomarán las primeras decisiones de cara al futuro del hotel.
Los responsables del Barceló Nervión han valorado que las fechas elegidas para acometer la obra, desde la segunda quincena de octubre hasta la segunda de marzo, son las menos perjudiciales para los clientes. "Es cuando la temporada es más baja y nos permite estar a punto para la próxima Semana Santa. Incluso tenemos un plazo adicional de manera que en todo caso estaríamos al cien por cien para Aste Nagusia".
Bilbao cuenta actualmente con 11 hoteles de cuatro estrellas y otros cuatro que tienen una categoría superior.