La niña lectora rejuvenece
La escultura 'Leyendo' de Doña Casilda será restaurada durante el próximo mes
DESDE hace diez años, una niña lee un libro en el parque de Doña Casilda. Se ha sumergido en la aventura de la lectura. No ha crecido, no ha pasado de página porque se trata de la escultura Leyendo de Joaquín Lucarini, pero la polución y, sobre todo, el vandalismo han hecho que la obra necesite ser restaurada. Por ello, desde el miércoles, Leyendo ha cambiado su hogar. Dejará durante aproximadamente un mes su ubicación en el parque bilbaino para someterse a una limpieza de cara. Un equipo del Ayuntamiento de Bilbao, coordinado por Javier de Miguel, responsable del taller Equipo 7 Restauración, ha desmontado la obra de arte para su posterior traslado. La pequeña lectora creada por el artista en 1932 ha sido trasladada con mimo y cuidado, mucho cuidado, ya que el mármol de Carrara, material con la que fue creada, es muy frágil y corría riesgo de romperse.
Los operarios excavaron en la zona donde se asienta la escultura, poco a poco, controlando al milímetro cada movimiento. Llegaron a la base de hormigón sobre la que la niña lectora se sostenía."El Consistorio está haciendo un esfuerzo por mantener su patrimonio histórico, adaptándose a los tiempos de crisis", comentan desde el Área de Obras y Servicios del Ayuntamiento. Los trabajos de traslado se complicaron, ya que los anclajes de la base de hormigón estaban ocultos y los operarios tuvieron que utilizar un martillo neumático para retirar la obra.
Leyendo destaca por "estar hecha de un solo bloque y encaja en cualquier espacio público", aseguraron fuentes del Ayuntamiento. Un espacio en el que se exponen a sufrir actos vandálicos. "Los actos vandálicos son el principal daño que sufren las esculturas en la villa", informan desde el Consistorio.
Con la escultura totalmente tumbada, los operarios empezaron a agujerear el bloque de hormigón. Mientras, al otro lado, Javier de Miguel, director de la restauración, ponía sus manos sobre la cabeza de la escultura para amortiguar las vibraciones que el martillo transmitía a la niña lectora. Esas vibraciones podían agrandar las fisuras que presenta la escultura en la zona del pecho de la niña y el atril desde el que lee. De no controlar los movimientos, podía provocar incluso la rotura de la escultura.
Por fortuna, la operación salió sin problemas y la pequeña fue liberada del bloque de cemento para posteriormente ser subida mediante unas poleas a un camión que trasladó la escultura a un taller de Basauri.
Durante el próximo mes, la obra será tratada con "detergentes inocuos" que limpiarán los residuos que la han ido ensuciando durante la última década. Asimismo, para reparar las fisuras que es "lo que más preocupa" a los restauradores, utilizarán "resinas consolidantes" que se encargarán de tapar dichas grietas. Todo ello, para que la niña más aficionada a la lectura de Bilbao, siga luciendo esplendorosa en Doña Casilda, un lugar desde el que la joven promueve la lectura... Sin pasar ni una página.
Más en Bilbao
-
Patios más inclusivos, verdes, abiertos, y lúdicos en cinco colegios de Bilbao
-
Se licita por 5 millones la parada de Los Caños del Tranvía de Bilbao
-
Catherine Zeta-Jones y el equipo de la serie 'Kill Jackie' visitan el Ayuntamiento de Bilbao
-
El Ayuntamiento responde a los vecinos de Marzana: "Cuando se ha detectado algún incumplimiento se ha sancionado"