Bilbao. A pesar del mal tiempo que azotó a las hectáreas de los viñedos vizcainos durante los meses de verano, la recogida de la uva se adelantará esta cosecha. Aunque aún no esta decidida la fecha exacta de la recolección, que depende de cada vinicultor -pues no hay nadie que conozca mejor sus viñedos que ellos mismos-, lo que es seguro es que este año la vendimia comenzará en apenas dos semanas.
Según aseguran desde la bodega gernikarra Itsasmendi, el calor de la primavera adelanta la recolección de la uva hondarribi. De hecho, quieren comenzar la vendimia el próximo 20 de septiembre. Alfredo Egia, cuyo txakoli, Egia Enea, fue premiado como el segundo mejor vino blanco del Estado, asegura que aunque sus viñedos no estarán listos hasta la primera semana de octubre por el tipo producción de txakoli que realiza, le han comentado compañeros vinicultores que no tardarán más de diez días en iniciar la recogida.
Pero el caso de Bizkaia no es único: una primavera templada, un mes julio con temperaturas frescas y un agosto muy caluroso, como norma general en todo el territorio estatal, han propiciado una vendimia temprana. Desde Itsasmendi se espera "que este año sea mejor que el anterior". El secreto de una buena cosecha radica en la madurez, porque cuanto más maduro esté el fruto tendrá mejores condiciones.
En el sabor también influye cómo y dónde se cultiva la uva, y de ahí que cada vinicultor sea el más adecuado para decidir cuándo se inicia su recogida. El año pasado, la calidad de la uva fue excelente, pese a que se perdió gran parte de la cosecha por culpa de las lluvias sufridas en junio, por lo que esperan que esta temporada sea mayor.
Control de calidad Como anunciaron desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina, durante los próximos cinco años se hará hincapié en mejorar la calidad del caldo vizcaino con criterios más estrictos, tanto en las pruebas analíticas como en las catas organolépticas. Con ello se pretende conseguir que el txakoli de Bizkaia sea de mejor calidad, pero sin perder las señas de identidad que los hacen únicos.
Para asegurar el buen hacer de las bodegas vizcainas, se realiza una serie de controles. La primera fase se realiza por la Fundación Kalitatea, que auditoriza a las bodegas inscritas en Bizkaiko Txakolina verificando el correcto cumplimiento del reglamento de la denominación de origen mediante comprobaciones, ensayos y controles administrativos. Tras la comprobación se emite un certificado mediante el cual se garantiza que el txakoli elaborado cumple con los requisitos del producto establecidos por Bizkaiko Txakolina.