Primero fueron los hoteles de cinco estrellas. Después llegó el Guggenheim y el Palacio Euskalduna y, con ellos, los turistas. Bilbao comenzaba a traspasar fronteras. Años más tarde aparcó el tranvía en sus calles y las tiendas más exquisitas, como Luis Vuitton, buscaban un hueco en la Gran Vía. El lujo se extendía por la villa como la pólvora, y el mercado inmobiliario se sumó a la nueva corriente. Así nacieron las torres Isozaki, donde cientos de vizcainos aguardaban en lista de espera para poder adquirir una de esas vanguardistas viviendas. Claro que, por entonces, la crisis no azotaba Euskadi. Ni se olía. A pesar de todo, el glamour ha continuado su carrera en la ciudad asentándose, ahora, en Abandoibarra, donde acaban de salir a la venta los pisos que abrazan la Torre Iberdrola. Si el lujo tiene un precio, ese, en Bilbao, oscila entre los 400.000 y por encima del millón de euros.
Promotora Vizcaina ha sido la encargada de levantar, con la genialidad del arquitecto Carlos Ferrater, dos de los bloques de viviendas de lujo, Bilbao Desing, que darán vida a la nueva zona residencial de la ciudad; un barrio que estará fuera del alcance de muchos por sus elevados precios, pero que a su vez concederá a Bilbao una nueva visión de hogar con casas de cinco estrellas.
Desde que se deja atrás la calle, para adentrarse en uno de sus portales, comienza a experimentarse el nivel. Nada de azulejos o gotelé. Ni rastro de jardineras con plantas inertes o cuadros con bodegones. Papel pintado gris oscuro y moqueta en el suelo, al más puro estilo hogareño. Madera oscura decora las inmensas puertas que hacen de pasadizo hacia el confort, la comodidad, la elegancia y las impresionantes vistas. Lujo. Y es que no hay que caminar ni dos pasos para descubrir la elegante figura de la Torre Iberdrola, el verde del monte Artxanda o los colores de la ria. "Esta localización es irrepetible", cuenta Iker Elordui, de la promotora. Privilegio.
Como ya ocurriese en el caso de las Torres Isozaki, la luz es la principal protagonista de estas casas, que ofrecen diferentes distribuciones a los futuros compradores -una, dos, tres y hasta cuatro habitaciones, incluso dúplex-. Inmensas cristaleras recubren las paredes exteriores dejando un mural de colores; los colores de Bilbao. Desde el sofá uno tiene la sensación de estar en uno de los bancos de Doña Casilda o la nueva plaza Euskadi y se deja envolver por las vistas. "Esto es el lujo para nosotros", comenta Elordui. "Creemos que la vivienda no termina en la fachada, sino que continúa en el paisaje". Y el modelo parece haber calado en la ciudad porque, a pesar de los tiempos que corren, el piso piloto de esta promoción ya ha recibido más de 300 visitas.
La fachada acristalada de la Torre Iberdrola, que se alza en medio de ambos bloques de Bilbao Design, ha sido clave para el diseño de la fachada. Cristal y metal. Carácter mediterráneo y vizcaino fundidos. Diseño. "Al principio choca un poco, pero cuando ven el resultado interior la gente se queda impresionada, piensan que es algo diferente a lo que se está ofreciendo ahora mismo en el mercado", destaca Elordui. Y no es para menos ya que, quienes adquieran esta vivienda de capricho, serán vecinos de excepción de la torre más alta de Euskadi. Exclusividad.
Entorno Enormes salones, terrazas privadas en cada una de las habitaciones -según el modelo de vivienda- y un paisaje diferente como telón de fondo en cada estancia ya que a la izquierda se encuentra el parque de Doña Casilda, en frente, el Puente de Deusto o la plaza Euskadi, según la orientación y, a la derecha, la Torre Iberdrola, hacia donde se orientan todos los dormitorios del bloque. "Los trabajadores de la torre la abandonarán hacia las nueve de la noche, así que la intimidad en las habitaciones es máxima, por eso las hemos orientado todas hacia este lado", explica el promotor mientras contempla las obras que restan para finalizar el edificio más alto de la villa. Y si durante el día se quiere más intimidad, ya que los pisos carecen de persianas, la fachada cuenta con unos elementos metálicos que "cubren la cristalera para ocultar las miradas indiscretas desde fuera pero permitiendo que pase la luz y que se puedan seguir contemplando las vistas desde el interior", apunta Elordui. Innovación. Todas las viviendas cuentan, además, con garaje y trastero y, por si fuera poco, son inteligentes. Es decir, luz, aire acondicionado y calefacción se controlan gracias a la domótica desde un cuadro de mandos situado a la entrada. Un hotel de cinco estrellas en el hogar.
Privilegio. Exclusividad. Elegancia. Diseño. Innovación. Son las cinco características necesarias para que el resultado final sea de lujo. Algunas de estas viviendas de ensueño ya tienen nombre y apellidos, aunque desde la promotora no los han desvelado. En septiembre, cuando comience la actividad comercial en la Torre Iberdrola, Abandoibarra, recobrará una nueva vida; una vida de sueños, de privilegios, de glamour, de casas de diseño, de atracción. "Para alguien que se sienta de Bilbao, vivir en estas viviendas representará algo único, algo de lo que él y sus vecinos podrán disfrutar en exclusiva con sus amistades o su familia", afirma Elordui. Ese es el verdadero lujo, ¿no?