Bilbao. Han pasado cuatro años desde las últimas elecciones municipales y la legislatura está a punto de finalizar. Bilbao, cuatro años después, es una ciudad más accesible, más cómoda, con más equipamientos deportivos y culturales, y nuevas haurreskolas para los más pequeños. Son las mejoras que encierran los números que acompañan los balances tan típicos de estas fechas: 39 nuevos equipamientos, 9 ascensores y rampas mecánicas más, 5 aparcamientos para residentes y tres de superficie, un centenar de actuaciones de urbanización y mejoras de calle, y cuatro esculturas públicas.

Aunque frías, las estadísticas en este caso sí muestran el importante esfuerzo inversor que ha llevado a cabo el gabinete liderado por Iñaki Azkuna para mejorar la calidad de vida de los vecinos de Bilbao: a lo largo de estos últimos años, la villa ha estrenado prácticamente cada mes un equipamiento nuevo, ya sea deportivo, cultural, educativo o municipal.

Los estrenos más espectaculares han sido, sin duda, los deportivos. En especial las dos estrellas de esta legislatura: el Bilbao Arena y el nuevo frontón, ambas infraestructuras construidas en colaboración entre el Ayuntamiento de Bilbao y la Diputación. Inaugurado el 27 de septiembre del año pasado, el pabellón de deportes supuso el regreso a la capital vizcaina de los partidos del Bilbao Basket, exiliado la última temporada en BEC. Los vecinos de Miribilla ganaron, además, un polideportivo con piscina y gimnasios destinado a los vecinos de Miribilla y junto a éste, una cancha que puede aglutinar hasta tres eventos diferentes a la vez. Una antigua reivindicación, la de contar con un frontón de mano oficial como el que cuentan otras capitales del herrialde, se materializó el pasado mes de marzo: Iñaki Azkuna y José Luis Bilbao inauguraban el nuevo Frontón Bizkaia, el más grande de Euskadi, con un aforo de 3.000 personas y una pista de trinkete con 458 espectadores. El espectacular edifico alberga, además, la sede de las asociaciones deportivas del territorio.

A medio camino entre el ámbito deportivo y el cultural, se estrenaba el año pasado otra de las joyas de la corona de Bilbao: la renovada Alhóndiga, un edificio multiusos que destaca tanto por su cuidada estética -obra del diseñador francés Phillippe Starck- como por sus instalaciones, abiertas a todo el público. Piscinas, biblioteca, mediateca, restaurantes, cines... Y todo, en torno a una plaza central jalonada de inconfundibles columnas.

Esplendor recuperados Esta ha sido también la legislatura en la que dos viejos conocidos de los bilbainos han recuperado su esplendor: el histórico teatro Campos Elíseos, en cuyo escenario vuelve a levantarse el telón, y el mercado de La Ribera, sometido a una cuidada reforma que ha actualizado el aspecto sin perder un ápice de su esencia. Tras rehabilitar el ala de San Antón, los comerciantes de la histórica plaza de abastos disponen ahora de un equipamiento luminoso, más amplio y moderno, con puestos más cómodos.

Pero no todo han sido infraestructuras espectaculares; junto a los grandes equipamientos, son necesarios también las pequeñas obras que, pese a no contar con grandes presupuestos, permiten que el día a día de los vecinos de la villa sea cada vez más cómodo. Después de estos cuatro años, los vecinos de Zorrotza, Sarriko, Vía Vieja de Lezama o Las Piedritas puede disfrutar de nuevas zonas deportivas, y se han estrenado equipamientos municipales de barrio en Arangoiti, Altamira, Castaños y Zankoeta; el de Rekalde, actualmente en ejecución, se estrenará en breve. Son centros en los que, además de acerca los servicios del Ayuntamiento a cada uno de los barrios que forman la ciudad, ofrecen a los vecinos la posibilidad de disponer de espacios para organizar desde talleres y cursos hasta conferencias y charlas. En su escala, tan necesarios como la nueva y flamante nueva sede del departamento de Salud y Consumo, en la antigua fábrica de Harino Panadera. Además de unas oficinas modernas y cómodas, el edificio ha mantenido parte de la maquinaria original del viejo obrador. Detrás de la Casa Consistorial se levanta ya el majestuoso nuevo edificio de San Agustín, que acogerá a partir del próximo mes el grueso de las oficinas y espacios municipales.

El Ayuntamiento también ha podido cumplir su deseo de que cada distritos de la capital vizcaina cuente, al menos, con una haurreskola destinada a niños de hasta dos años. En estos últimos cuatro años se han puesto en servicio los centros educativo Cervantes, en Abando; Francisco de Goya; Zorrozgoiti y Zankoeta, en Basurto, este último compartiendo además espacio con el centro de distrito del barrio en el antiguo edificio de La Desinfección, sometido a una profunda reforma. Y, para hacer la vida más cómoda a los vecinos, además de favorecer el día a día de las personas con discapacidad, también se han puesto en marcha ascensores y rampas mecánicas en Betolaza, Trauko, Artatzubekoa, Zurbaranbarri, Rekalde, Solokoetxe, Travesía de Uribarri, Tutulu y Particular de Iturribide.