Bilbao. El remozado polideportivo de San Inazio se ha apuntado su primer set. El bautizado por el Ayuntamiento con el ostentoso nombre de La Ciudad de la Raqueta fue inaugurado oficialmente ayer en un acto multitudinario al que acudieron representantes de las federaciones vizcainas de pádel y tenis así como decenas de vecinos que estaban ansiosos por conocer las nuevas instalaciones.

Una renovación integral que ha cumplido los tres objetivos propuestos tal como adelantó DEIA cuando se concretó el proyecto. El primero, acondicionar completamente el edificio para ofertar unos servicios totalmente accesibles a personas con discapacidad. El segundo, conseguir unas dependencias sostenibles energéticamente. El tercero, acercarse a la necesidad de los socios de Bilbao Kirolak, que demandan pistas para los deportes de raqueta y que además estuvieran cubiertas.

Tres propósitos que han supuesto una gran inversión económica, un total de 7,8 millones de euros, de los cuales 3,4 millones han sido aportados por el Plan de Economía Sostenible puesto en marcha el pasado año por el Gobierno Zapatero. Otra partida de 2,2 millones ha corrido a cargo de la empresa que ha implementado las mejoras energéticas y que tiene contratado su mantenimiento durante los próximo años. El resto del presupuesto es municipal. "Mucha tela", aseguró el alcalde en su alocución a los presentes antes de conocer in situ el nuevo complejo habilitado en el primer polideportivo público que se construyó en la capital vizcaina en 1950. El máximo edil, acompañado del subdelegado del Gobierno en Bizkaia, Miguel Ángel Fernández, y el concejal de Empleo, Juventud y Deportes, Jon Sustatxa, recorrió las pistas de pádel y tenis, destacando el hecho de que "es importante que muchas estén cubiertas porque en Bilbao llueve mucho".

En concreto, los socios de Bilbao Kirolak puede utilizar ocho nuevas pistas de pádel y siete de tenis, tres de ellas de tierra batida, las únicas existentes en Euskadi. Pero, además, en San Inazio se puede practicar otras modalidades que sin herramienta sería imposible hacerlo como squash, pala, tenis de mesa y bádminton. Una oferta que, según Sustatxa "ya tiene reservas hasta no sé cuanto tiempo".

El concejal de Ezker Batua destacó como un hito que el complejo deportivo es "totalmente accesible y cuenta con una zona de 400 metros cuadrados de uso exclusivo para personas discapacitadas". Se ha pensado en todo. Desde los vestuarios hasta las máquinas adaptadas del gimnasio de fitness. También se ha aprovechado para crear un nuevo acceso al complejo desde la calle Arturo Campion clausurando el obsoleto de la calle Orixe. Estas características le hacen un centro único en la cornisa cantábrica.

Lo mismo que el perfil de sostenibilidad con que se ha construido. El 70% de la energía necesaria para que funcione la Ciudad de la Raqueta se genera en las propias instalaciones municipales. Ello es posible gracias al funcionamiento de una planta solar fotovoltaica en la cubierta de las pistas exteriores y de un motor de cogeneración de 500 kw. Unas características que le permiten optar a la prestigiosa certificación internacional LEED, que en caso de conseguirse, le convertiría en el primer polideportivo de Europa y el tercero en el mundo en obtener tal distinción. El alcalde recordó los proyectos que se han ideado para este espacio en los últimos años y todos los problemas y críticas que ha supuesto su gestión para el ayuntamiento. Hay que tener en cuenta que las instalaciones deportivas ya han cumplido 60 años y sólo se acometió una remodelación de calado en los años 90. Desde entonces no se había hecho más que lo básico en mantenimiento y el campo de fútbol en 2004.