Bilbao. ¿Hasta qué punto es importante esta asamblea para Bilbao?

Mucho. Son las principales empresas que mueven el turismo de negocios y de incentivos a nivel internacional. Ha sido muy importante que se interesaran por nuestra ciudad; son prescriptores de clientes muy interesantes para nosotros y así conocen el destino de primera mano. Estas empresas pueden ir donde quieran para celebrar su asamblea anual, les invitan en todos los sitios.

¿Qué agenda tienen?

Además de sus reuniones, les vamos a llevar en una excursión por la ría hasta Puerto Viejo, para que vean las posibilidades que tiene la ría y las empresas que hay en el puerto deportivo, por ejemplo, para hacer rutas a vela. Queremos que conozcan el puerto, su ambiente y la gastronomía. Y, por supuesto, también les llevaremos a Urdaibai donde podrán conocer también los carnavales de Mundaka. Nos han pedido que les enseñemos algo más que el Guggenheim.

¿Qué peso tiene actualmente este tipo de turismo en Bilbao?

Grande. Dentro de Bilbao Turismo tenemos un ente, Bilbao Convention Bureau, que trabaja junto con otras 100 empresas de la ciudad en captar este tipo de turismo. En 2008 y 2009 pasamos un mal momento porque con la crisis todas las empresas recortaron mucho este tipo de actividades. Sin embargo, el año pasado conseguimos mantener el número de reuniones e incluso aumentar la cifra de asistentes. Este 2011 seguimos haciendo un esfuerzo importante, porque la diferencia entre un turista de ocio y otro de negocio en Bilbao es sustancial en el gasto: 200 euros frente a unos 450.

¿Cuántos congresos se celebran?

El año pasado hubo 1.000, no solo en Euskalduna, sino también en los hoteles, en BEC, en la Alhóndiga... La asistencia fue de entorno a 300.000 delegados.

¿Y está preparado Bilbao para acoger este tipo de turismo?

En estos momentos podemos mostrar unas infraestructuras para esta actividad muy importantes, pero lo que los clientes están pidiendo son cosas muy especiales, no palacios de congresos o salones al uso. Palacios de congresos hay miles en todo el mundo; hay que enganchar con lo diferente, lo original. Y nuestras costumbres y nuestras tradiciones, la cultura vasca, tiene mucho que mostrar. Un partido de pelota vasca, por ejemplo, no se puede ver en otros sitios del Estado, por mucho que tengan unos magníficos palacios de congresos.

Para celebrar un evento de este tipo, ¿qué se pide a una ciudad?

Tiene que haber unas buenas infraestructuras y un aeropuerto internacional bien conectado; esto solo para empezar a hablar. A la hora de decidir se necesita que el destino tenga alma, vida, que sea atractivo: una oferta culturalmente potente y una combinación de ciudad y naturaleza; valoran mucho que estemos tan cerca de Urdaibai, Gorbeialde o Enkarterri. Poder ir a un agroturismo a hacer un taller de pintxos, por ejemplo, da mucho juego. Son actividades que complementan la visita a una ciudad y que puedes experimentar aquí, no en Londres.