HASTA 1890, Abando era un anteiglesia que se extendía desde la ría hasta Barakaldo y Arrigorriaga. Con motivo del 120 aniversario de la anexión de Abando a Bilbao, Zabalkuntza Kultur Taldea quiere traer a la memoria de los vecinos cómo era el antiguo Abando a través 41 fotografías tomadas entre 1865 y 1895 y cinco conferencias para explicar "cómo un municipio rural se ha transformado en el barrio más moderno de Bilbao", explica Koldo Narvaiza, organizador de las Jornadas Abando 1890: Una anexión voluntaria.

El título es, según Narvaiza, "una reivindicación de lo que ha supuesto siempre Abando para Bilbao". "El muelle de Uribitarte, los astilleros, el cementerio de los ingleses, San Mamés... Todo esto está en Abando y forma parte de la historia de la villa", dice el organizador y miembro de Zabalkuntza Kultur Taldea, quien recuerda que "los nuevos símbolos como el Guggenheim, la Torre de Iberdrola y las torres de Isozaki también están en Abando". Las cinco conferencias, que tendrán lugar entre mañana, 29 de noviembre, y el 3 de diciembre en la sala de BBK de la Gran Vía, donde también estarán expuestas las fotografías de finales del siglo XIX, es "dar a conocer nuestras raíces a los vecinos de Abando", explica Narvaiza.

Estas jornadas, en las que colabora DEIA, son "un viaje a los orígenes de Abando, cuando era un robledal", dice Amaia Basterretxea, directora del Museo Vasco, al que pertenecen las imágenes tomadas entre 1865 y 1895. "En las charlas nos remontaremos hasta el año 1300, cuando sólo había huertas rodeando a la iglesia de San Vicente, y, a través de las fotos, ilustraremos cómo era Abando cuando se anexionó a Bilbao", explica la directora del Museo Vasco y ponente de una de las conferencias. "En el último siglo, Abando ha cambiado mucho, tanto económica como físicamente. Mi abuela contaba que iba andando entre huertas desde una parte a otra del barrio", añade.

Principios del siglo XX La historia más reciente de Abanto lo incluye dentro de Bilbao. A principios del siglo XX, el muelle de Uribitarte era el centro económico de Abando. Jesús Azurmendi, "Txutxi de nombre y Jesús de apellido", como explica este abandotarra de toda la vida, nació junto al puerto hace 83 años y ha vivido en primera persona la transformación de Abando. Hijo de los propietarios de una de las ocho tabernas del puerto, recuerda cómo "los barcos que llegaban desde el norte de Europa descargaban carbón y cemento y daban trabajo a cientos de personas". Ahora, en su casa de la calle Iparragirre, tiene vistas al Guggenheim desde una ventana y a la Torre de Iberdrola desde la otra. "Ya me he acostumbrado a ver Abando lleno de edificios altos", afirma.

Txutxi recuerda cómo Abando estaba dividido en dos zonas: "La parte alta de los ricos y el puerto. A los que vivíamos en Uribitarte, los señoritos de la Gran Vía nos llamaban los de abajo", explica. Algunos edificios conservan la misma fachada. "El Palacio de Ibaigane, situado junto a la ría, pertenecía a Ramón de la Sota, uno de los propietarios de los astilleros", destaca.

Uribitarte es ahora un paseo que discurre junto al tranvía y las torres de Isozaki, pero aún mantiene algunas de las casas donde vivían los trabajadores del puerto.

Las imágenes tomadas por Telesforo de Errazquin a finales del siglo XIX le devuelven a su infancia, cuando "además del puerto, en Abando solo había campas y las mansiones de los señores". Txutxi estudió en la escuela de Berastegi, "situada donde ahora están los Juzgados" y, en su tiempo libre, jugaba al fútbol "en la campa de La Burrita, justo al lado del muelle". Su pasión por el Athletic le llevaba, a través de las huertas, "hasta la tribuna de madera de San Mamés".

Viendo las fotografías de la exposición, Txutxi reconoce que "el barrio ha cambiado tanto que es difícil reconocer en las imágenes los edificios de hoy en día". Sin embargo, señala "el bar Iruña, el Palacio Foral y Sabin Etxea" como tres de los edificios más importantes de principios de siglo que se conservan "casi intactos" desde entonces. En la imagen que ilustra el cartel de la exposición, Txutxi distingue el muelle de Uribitarte y señala la taberna donde se crió. "En 1890 todavía faltaban unos años para que el Bar Mari abriese sus puertas a los trabajadores del puerto. Aquí está la iglesia de San Vicente, el centro de Abando durante muchos años", aclara sobre las fotografías.

Como dice Txutxi, "Bilbao no sería lo mismo sin Abando, pero Abando tampoco sería lo mismo sin el puerto de Uribitarte, que se ha convertido en una de las zonas más bonitas de Abando y de Bilbao". Este proceso de transformación centrará estas cinco jornadas que, a través de 41 fotografías en blanco y negro, serán un viaje hasta las raíces de Abando.