Bilbao. La aparición ayer de un socavón de grandes dimensiones -10 metros de ancho por 10 de largo y 12 metros de profundidad- en la calle Olano de Bilbao La Vieja puede estar vinculada con la rotura de una tubería de abastecimiento de agua. El hundimiento surgió hacia las 12.00 horas a la altura del número 5 de la citada calle, que se encuentra junto a la plaza Saralegi, exactamente, entre los barrios de San Francisco y Miribilla.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Eduardo Maiz, aseguró ayer a DEIA que, a pesar de la gravedad de los hechos y de que "la rotura de la tubería minó una extensión importante del subsuelo, los edificios colindantes no sufren riesgo de derrumbe". Maiz añadió además que no hay riesgo para los edificios. "Los vecinos pueden estar tranquilos", puntualizó.

Es por ello que, durante las maniobras posteriores al descubrimiento del agujero, no fue necesario desalojar a los vecinos de la zona, ya que no se estimó oportuno.

Lo cierto es que la calzada presenta un pequeño boquete en el asfalto, de alrededor de un metro cuadrado, bajo el cual se abre un gran socavón de unos 10 metros de largo, 10 de ancho y unos 12 metros de profundidad.

Cierre de tráfico El incidente obligó a cerrar el tráfico rodado de la calle Olano, para garantizar la seguridad de todas las personas usuarias de la vía pública por el peligro de derrumbe del asfalto, "sobre todo por el paso continuo de autobuses", señaló Maiz.

Como itinerario alternativo, la Policía Municipal ha establecido un desvío provisional del tráfico por la calle Miribilla, tanto en sentido ascendente -hacia el parque Miribilla- como descendente -hacia la calle San Francisco-. Una medida que el Ayuntamiento deberá mantener hasta que se complete la reparación del socavón.

En concreto, la calle afectada se encuentra en la zona de las antiguas Minas de Miribilla. En las que, tras años clausuradas, se optó por construir una nueva barriada. Para llevar a cabo los nuevos edificios fue necesario rellenar las viejas galerías mineras con material. Posiblemente, la rotura de una tubería de abastecimiento de agua podría haber provocado la erosión del material de relleno del subsuelo hasta llegar a la roca maciza dejando una caverna de 12 metros de profundidad. "El subsuelo llevará, seguramente, varios días en este estado", comentó el concejal de Seguridad Ciudadana.

Sin embargo, el socavón no fue descubierto hasta ayer cuando varios operarios del Ayuntamiento de Bilbao se disponían a colocar un nuevo árbol en la acera. Mientras realizaban el hueco necesario para introducir el cepellón, se desplomó el suelo quedando a la vista el agujero de entrada hacia la gruta oculta bajo el asfalto.

Los vecinos Varias personas residentes en la zona llamaron también a las autoridades para advertir de la presencia del socavón. Varias unidades de la Policía Municipal y técnicos de las áreas de Obras y Servicios, Protección Civil y Circulación y Transportes se personaron seguidamente en la zona de los hechos. Ante la situación de desconcierto, los vecinos barajaban varias posibilidades sobre lo sucedido. Había quien lo achacaba al hundimiento de las galerías del subsuelo, quien creía que fue un escape de gas e, incluso, quien sólo se percató de lo sucedido al ver a los trabajadores cercando el socavón en la calle.

Entre tanto, los operarios de Obras y Servicios del Ayuntamiento iniciaron las obras previas al relleno de la cavidad. Los trabajos de acondicionamiento de la zona estarán concluidos durante los próximos días. Según explicó Eduardo Maiz, "la obra será relativamente rápida", ya que, en principio, "no se prevé ninguna complicación".