El rendimiento individual de Amine Noua (07-II-1997, Lyon) está siendo la gran nota destacada del Coviran Granada en este arranque de curso en el que hoy se cruzará con el Surne Bilbao Basket. Con cinco encuentros disputados, el ala-pívot francés es el máximo anotador (12,6 puntos de media, con un 42,1% desde la línea de 6,75) y reboteador (5,4) de los de Pablo Pin en su regreso a una Liga Endesa en la que ya militó de manera agridulce durante 21 duelos en el curso 2020-21 con el Morabanc Andorra. A sus 27 años, la trayectoria de Noua desde que asomó en el ejercicio 2015-16 en la primera plantilla del Asvel Villeurbanne ha estado repleto de dientes de sierra, mezclando momentos en los que parecía que podía convertirse en un jugador de primera línea continental, con la NBA incluso en el horizonte, con otros en los que ha encadenado equipos y ligas sin asentarse. En esta nueva oportunidad para dar un paso al frente, espera tomar el relevo de jugadores como Luke Maye o Kwan Cheatham en el puesto de cuatro gracias a su capacidad para amenazar desde la distancia triple o penetrar hacia canasta y ser un jugador importante para impulsar las opciones de salvación del cuadro andaluz. “Sé que esperan mucho de mí y estoy preparado. Tengo mucha experiencia, especialmente en la Euroliga, que es muy dura y de mucho nivel, y trataré de trasladarla. No me siento la estrella, pero sé la misión que afronto”, aseguró el día de su presentación.

Hijo de padre marroquí y madre argelina, Noua dio sus primeros pasos baloncestísticos en Vennisieux. comuna ubicada en Lyon, después de probar otros deportes como natación, fútbol, rugby, atletismo e incluso gimnasia, pero fue captado por la cantera del Asvel a muy temprana edad. Tras brillar en las categorías inferiores del club y también en las de la selección francesa, debutó en la máxima categoría gala en enero de 2016, con solo 18 años, tras superar una grave lesión de rodilla que le tuvo ocho meses en el dique seco. El siguiente curso estuvo cerca de ser cedido al Rouen para que gozara de minutos, pero las bajas de Charles Kahudi y Nikola Dragovic le otorgaron un papel superior al esperado, superando los diez minutos de media tanto en liga como en Eurocup sin haber cumplido los 20 años.

En la 2017-18 siguió progresando (11 puntos de media en 23 minutos de juego), pero en las tres siguientes, con el club ya en Euroliga, no acabó de romper como de él se esperaba y en 2021 decidió cambiar de aires recalando en Andorra. Su arranque fue notable, siendo MVP de la sexta jornada al firmar 26 puntos y 31 créditos de valoración ante el Joventut, pero su importancia en el equipo fue bajando entre los malos resultados colectivos –acabó bajando a LEB–, el cambio de entrenador que se llevó a Ibon Navarro por delante y un covid que le dejó secuelas durante un largo periodo de tiempo. Tras caer en picado su peso en la rotación, acabó el ejercicio cedido en el Estrasburgo.

En 2022 regresó al Asvel Villeurbanne y su rendimiento como pieza de rotación, jugando casi veinte minutos de media en Euroliga, fue satisfactorio. El siguiente verano firmó por el Hapoel Holon de Israel, pero en diciembre de 2023 cambió de aires, recalando en el Derthona italiano, donde no llegó a permanecer ni dos meses pues fue fichado por un Fenerbahce asolado por una plaga de lesiones. Tras una temporada sin continuidad, Noua busca en Granada un impulso definitivo para su carrera.