Las ilusiones del Surne Bilbao Basket de hacer algo importante en la FIBA Europe Cup afrontan este miércoles un exigente examen con la visita al peligroso Legia Varsovia en el encuentro de ida de los cuartos de final de la competición continental. Con la ausencia por lesión de Xavi Rabaseda y con un descarte por realizar además del ya habitual de Georgios Tsalmpouris, Jaume Ponsarnau tendrá que utilizar una rotación principal diferente a la habitual de la Liga Endesa para lograr el objetivo de arrancar la victoria del feudo polaco o, como mal menor, perder por una diferencia de puntos remontable en la vuelta, a disputarse dentro de siete días en el Bilbao Arena.

Como es habitual en esta competición, los focos de peligro del conjunto polaco llegan desde la calidad individual de sus jugadores estadounidenses. Centra las miradas Christian Vital, base formado en Connecticut, ya que es el máximo anotador de la competición con 23,4 puntos por cita acreditando además un más que notable 43,3% en triples. Junto a él actúa Loren Jackson, firmado en enero tras su experiencia en el Gravelines, que ha mejorado el rendimiento de P.J. Pipes. Además, Aric Holman es muy peligroso jugando abierto en la posición de cuatro y el veterano Raymond Cowels también goza de momentos de lucimiento.

Dos jugadores con pasado en la Liga Endesa como Marcel Ponitka y Josip Sobin, además de Michal Kolenda, completan la rotación habitual de un equipo que apuesta decididamente por el ritmo y el lanzamiento de tres puntos como caminos para alcanzar el éxito. Su balance de 12-10 (7º) en su competición liguera, liderada por un Anwil Wloclawek al que los hombres de negro ya batieron en dos ocasiones en esta FIBA Europe Cup, puede llevar a engaño, pero hay que recalcar que hace un par de semanas dio la campanada al adjudicarse la Copa, su primer título en 54 años.

RESPONSABILIDAD Y COMPROMISO

Ponsarnau pidió a los suyos el lunes compromiso, responsabilidad, sacrificio y respeto por el rival para alargar su idilio con esta competición. Bien hará el conjunto vizcaino en jugar desde el salto inicial con los cinco sentidos alerta, pues su rival tiene la capacidad necesaria para fabricar rachas anotadoras contundentes en muy poco tiempo vaya por delante o por detrás en el luminoso. Además, sin el concurso de un veterano como Rabaseda, que en este torneo sí que ha marcado diferencias en retaguardia, otros jugadores deberán dar pasos al frente en su juego, sobre todo un Álex Reyes que queda como único alero puro en la rotación principal. Un serio trabajo defensivo, activar en las distancias cortas a Sacha Killeya-Jones y Tryggvi Hlinason, responsables también de cerrar el rebote, y un buen nivel de acierto de los anotadores exteriores deberían ser las claves del éxito.