El consejo de administración del Bilbao Basket presentó a sus accionistas un presupuesto de 3.918.514 euros para la presente temporada, que supone casi medio millón más que el del curso pasado. Sin embargo, el gasto de personal, incluida la plantilla, apenas registra variación y se sitúa en algo más de 2.400.000 euros. La junta celebrada en el Hotel Gran Bilbao reunió a un 45,76% del capital social, entre acciones presentes y representadas, que aprobó con un 100% o casi todos los puntos del orden del día. “Te alegra el apoyo de los accionistas y que valoren nuestro trabajo”, agradeció la presidenta Isabel Iturbe.

La situación económica del club puede considerarse estable siendo aún delicada por la deuda que arrastra y que el consejo ha tratado de aplanar con diversos instrumentos. “Estamos en la cima de la montaña y ahora empezamos a ver la cuesta abajo”, afirmó el consejero Pablo Allende, que deja su puesto tras esta junta, en la exposición de las cuentas y explicó que la deuda del Bilbao Basket a 30 de junio de 2023 se repartía entre 1.232.000 euros de la deuda antigua que salió del concurso de acreedores de hace cinco años, 851.000 euros de deuda generada durante la pandemia de covid y 579.000 euros de deuda reprogramada a través de créditos bancarios. En los próximos cuatro años, el club prevé eliminar la deuda a razón de 800.000 euros en cada uno de los dos primeros y 500.000 en el tercero y el cuarto. El fondo de participación en la ACB ya está abonado, pero es un dinero con el que no se puede contar a futuro porque solo se recupera en caso de descenso.

Pese a que la temporada anterior se cerró con un superávit de algo más de 164.000 euros, la receta del consejo sigue siendo la austeridad en aquellos gastos que se puedan controlar y que no están sujetos a la parte azarosa del deporte para no descuidar aquellas obligaciones estructurales que aún le impiden dar un salto importante en lo económico y destinar más dinero a la plantilla. En el presupuesto de este curso, el capítulo de ingresos por abonos supera el millón de euros gracias a que un 93,5% de los socios han renovado. También se valoró positivamente la partida de venta de entradas, con una ocupación media en Miribilla de 7.900 espectadores, y los ingresos por merchandising. La participación en la FIBA Europe Cup solo se dejará ver en los ingresos si el equipo de Jaume Ponsarnau avanza rondas ya que las dos primeras fases de grupo estaban incluidas en el abono de temporada. En caso de llegar a las eliminatorias, se estima que la afición podría responder en buena medida y elevar ese concepto en el que el consejo ha sido prudente en sus previsiones. Como curiosidad, entre los ingresos de este curso figuran 30.000 euros por traspaso de jugadores, que deben corresponder a la marcha de Ludde Hakanson este verano.

Por otro lado, el Bilbao Basket ha elevado ligeramente sus gastos de explotación, un apartado que considera necesario ya que en él se incluye el proceso de digitalización y modernización de la gestión. Isabel Iturbe destacó los 250.000 seguidores que el club tiene en las distintas redes sociales y “el gran calado” que ello está generando entre los seguidores más jóvenes para contribuir a su fidelización. La entidad bilbaina quiere constituirse en un referente no solo en lo deportivo y por ello quiere seguir creando acciones de índole social y colaborativo. En este sentido, Iturbe resaltó en su balance de gestión de lo que definió como “la temporada de la tranquilidad” el crecimiento del proyecto de cantera ya que, al margen de los resultados del equipo que compite en la Liga EBA “está permitiendo que jugadores de nuestro entorno puedan ayudar en pretemporada sin tener que recurrir a temporeros de fuera”.

La presidenta Isabel Iturbe quiso poner en valor el trabajo del consejo para “ordenar la deuda, lo que en estos cuatro años nos va a permitir tener una posición más desahogada y tranquila”. En la medida en que el Bilbao Basket cumpla con esos pagos de forma escrupulosa, podrá destinar más recursos a la plantilla en caso de que se eleven los ingresos. Para ello, resulta obvio que influye la marcha deportiva del equipo, que busca posiciones menos apuradas. En el presupuesto, no se contempla la posibilidad de contrataciones, salvo que no quede más remedio por un contratiempo importante. “La plantilla está configurada con jugadores que pueden actuar en dos puestos y que nos pueden cubrir en caso de lesiones como la reciente de Hlinason”, concluyó Iturbe.

Inocentada

Scariolo o Lucious Marchante

La semana pasada apareció por Artxanda Lucious Marchante, un gurú mental de Madagascar que presumía de haber trabajado con Novak Djokovic, Manny Paquiao o Lebron James y que venía para aportar su conocimiento a la plantilla del Bilbao Basket. En realidad, todo se trataba de una broma orquestada por la ACB para el día de los inocentes y que varios de los hombres de negro se tragaron. El tipo en cuestión era Sergio Scariolo, el seleccionador español que se mostró muy predispuesto a participar en el enredo en el que, disfrazado con gafas de pasta, pelo y barba postizos, tuvo como cómplices a los técnicos del Bilbao Basket y al capitán Xavi Rabaseda, al que dirigió en el dorado Mundial de 2019. El vídeo del episodio está colgado en la web de la ACB y desvela cómo algunos jugadores cayeron pronto en la cuenta de lo que ocurría y otros no fueron conscientes hasta el final.