Melwin Pantzar ya no es aquel crío al que Pablo Laso hizo debutar en el Real Madrid con 18 años. El base sueco ha quemado las etapas necesarias y ahora con 23 años se siente “preparado” para asentarse definitivamente en la Liga Endesa gracias al Bilbao Basket. Así lo cree también el director deportivo Rafa Pueyo, que en la presentación oficial del jugador recordó que “fue una de nuestras primeras incorporaciones porque tenemos mucha confianza en él. Es uno de los jóvenes con más futuro en Europa y también creemos en su presente ya que pensamos que está más que preparado para ser importante en nuestro equipo. Destaca por su agresividad y verticalidad, pero también hemos visto que puede hacer mejores a sus compañeros”.

El jugador nacido en Valsta, al lado de Estocolmo, se mostró “muy agradecido y contento de estar en Bilbao”. Evidentemente, ha recibido muy buenas referencias por parte de sus compañeros de selección. “Solo he oído cosas buenas del club, del equipo, de la afición y de la ciudad que me han transmitido Ludde (Hakanson), Denzel (Andersson) y Tobias (Borg)”, apuntó. Sin embargo, de momento está centrado en el trabajo de pretemporada. “No he tenido tiempo de ver mucho aún porque solo quiero descansar tras los entrenamientos. El Bilbao Basket me ha dado una gran oportunidad y quiero trabajar al máximo para demostrar mi calidad y corresponderles”, aseguró.

Pantzar destaca por sus notables capacidades físicas, que la pasada temporada le hicieron marcar diferencias en la LEB Oro con el Valladolid y en esa línea va lo que le ha pedido Jaume Ponsarnau que despliegue en la cancha. “Me ha pedido que apriete las líneas de pase, subir la intensidad y correr en campo abierto tratar de buscar canastas rápidas y fáciles. Luego, en ataque tengo que encontrar a los pívots, darles balones en el poste bajo y buscar a los tiradores, lo que hace un base”, explicó un base que puede ayudar al equipo de muchas maneras y que quiere aprender de Renfroe y también de Javi Salgado, que fue un gran base”. Para quienes le vean como un sustituto de Hakanson, Pantzar aclaró que “somos distintos. Él es más anotador, más tirador y yo puedo hacer otras cosas”.

El sueco no quiso fijar más objetivos para este curso que “competir y luchar cada partido. Si es así, nunca se sabe lo que puede pasar”. Pantzar apuntó, como otros compañeros, que el Bilbao Basket es “un equipo equilibrado con algunos veteranos y varios jóvenes con muchas ganas”. La ilusión tras las dos primeros amistosos es máxima y la doble competición es también un estímulo para Pantzar. “Es algo nuevo para mí y estoy motivado. Por eso, me siento feliz de estar en Bilbao”.