Sin saber todavía si podrá participar en competición europea, al menos a través de las previas de la Basketball Champions League, el Bilbao Basket ha empezado a trazar ya las líneas maestras de la plantilla de la próxima temporada en la que se quiere mantener una línea de continuidad, aunque no será posible en todos los puestos, y tratar de buscar “más calidad y más físico”, según ha comentado el propio Jaume Ponsarnau. Y más juventud, habría que añadir. Renovado Denzel Andersson y atado su compatriota Melwin Pantzar, el club ha puesto su interés en Tryggvi Hlinason, pívot islandés de 25 años y 2,15 metros que las últimas cuatro temporadas ha militado en el Zaragoza.
El Bilbao Basket sabe que será complicado retener a Jeff Withey, que este curso ha sido un jugador muy importante en el juego del equipo, y piensa en el jugador nórdico como un relevo adecuado y de un perfil similar. Hlinason, internacional con su selección y que ya coincidió con Jaume Ponsarnau en Valencia y Zaragoza, ha vivido la mejor de sus seis temporadas en la Liga Endesa con promedios de 7,4 puntos y 5 rebotes en menos de 20 minutos de juego. Sin embargo, su juego ha brillado en dos aspectos. El Islandés ha sido el jugador con mejor porcentaje en tiros de dos, un extraordinario 78,2%, lo que significa que es un jugador muy resolutivo cerca del aro, área a la que se reduce su rango de tiro. También ha sido el segundo máximo taponador, con 1,7 de promedio, solo por detrás de Edy Tavares.
El Bilbao Basket tratará de convencer a Tryggvi Hlinason ya que el Zaragoza, por boca de su entrenador Porfi Fisac, también ha manifestado su deseo de que el pívot continúe en el equipo aragonés ya que confía en que puede ser un jugador en crecimiento.
Por otro lado, las gestiones del club vizcaino pueden verse retrasadas hasta conocer el horizonte competitivo del próximo curso, aunque ya se puede dar por descartada, salvo gran sorpresa, la continuidad de Ludde Hakanson, que buscará ofertas económicas más importantes. Así, los esfuerzos están destinados a lograr la continuidad de Adam Smith y Emir Sulejmanovic, dos jugadores que Ponsarnau considera importantes en su idea de juego, pero que pueden sopesar otras alternativas que les aseguren la presencia en Europa.