El Surne Bilbao Basket tiene que luchar contra los elementos y capear el temporal en este tramo de la temporada en el que, con la permanencia virtualmente conseguida, busca mejorar posiciones para asegurar una de las plazas europeas que ayer se alejaron un poco con el triunfo del Obradoiro ante el Murcia y el muy sorprendente y amplio del Breogán ante el Real Madrid, que abre la puerta del liderato al rival de hoy de los hombres de negro, ese Barça que no querrá desperdiciar la oportunidad. La desigualdad de fuerzas es evidente, más aún después de que el Bilbao Basket perdiera durante la semana a Francis Alonso, que no jugará más esta campaña y se une a las bajas de Ludde Hakanson y Jeff Withey. Eso dará entrada en la convocatoria a Unai Barandalla, que ha sido habitual, y a Iker Chacón, los dos jóvenes del equipo EBA que están contribuyendo a la excelente temporada del segundo equipo.

“Nuestros máximos no son ahora mismo muy altos”, reconoce Jaume Ponsarnau, “pero con la ayuda de Miribilla podemos conseguir que sean más potentes y estamos obligados a encontrarlos si queremos ganar”. “Para nosotros, el apoyo de Miribilla es trascendental”, recuerda el entrenador del Bilbao Basket, que lleva tres victorias seguidas en casa y ha construido ante su público una trayectoria sólida ante los rivales de su condición. Pero hoy va a ser distinto. “Jugamos contra un equipo muy físico, de mucha calidad y talento y muy sólido en muchas cosas que son muy difíciles de atacar y defender para nosotros. Pero una cosa buena es que los entrenamientos de los últimas días nos han dado mucha energía y queremos aprovecharla”, comenta Ponsarnau.

El técnico del conjunto bilbaino apunta entre los aspectos tácticos del Barça y sus virtudes, sobre todo, “a la propuesta defensiva, muy física, y el juego especial que tiene para sus tiradores, Laprovittola, Kuric, Abrines o Mirotic”. Hasta ahora, los grandes han sido inalcanzables para el Bilbao Basket, que estuvo muy cerca de ganar al Real Madrid en diciembre. “Pero ese fue nuestro mejor partido de la temporada”, indica Ponsarnau, que ahora tiene otras herramientas por culpa de las cuestiones que están fuera del control y que hacen que ”tres jugadores de aquel día no están”.

Intensidad y valentía

Como no hay nada que perder, los hombres de negro deben emplearse hoy con la máxima intensidad y valentía para tratar de encontrar las debilidades de los azulgranas que vienen de perder en la Euroliga y tampoco querrán acumular dos derrotas seguidas, menos aún si es por falta de tensión, que es algo que soporta muy mal su entrenador Saras Jasikevicius. El Barça buscará apretar la circulación de balón para ahogar a Adam Smith y dejar la responsabilidad de anotar en otros jugadores menos dotados del Bilbao Basket. En este sentido, será interesante ver la respuesta del uruguayo Agustín Ubal, que está cedido por el club azulgrana y en este final tendrá que asumir un rol más importante que no le asusta y que puede aumentar su exposición en la parte final del curso.