El Surne Bilbao Basket bajará este martes (20.30 horas) el telón de su segunda participación en la Basketball Champions League recibiendo al UCAM Murcia en un encuentro en el que no habrá absolutamente nada en juego desde el punto de vista competitivo. El conjunto vizcaino no podrá superar el muro del Last 16 como consecuencia de las dos derrotas cosechadas en los minutos finales de sus anteriores choques frente al Lenovo Tenerife y el Darussafaka, mientras que los entrenados por Sito Alonso estarán entre los ocho mejores tras vencer la pasada semana en su cancha a los de Txus Vidorreta. Precisamente, en el regreso del extécnico de los hombres de negro residirá el mayor morbo de esta contienda, después de que tras la derrota en el encuentro de la primera vuelta de la Liga Endesa (99-81) expresará de manera enérgica en sala de prensa su descontento por los gritos de “pesetero” que aseguró haber escuchado procedentes de la grada del Bilbao Arena.

El conjunto vizcaino, tras cosechar el domingo frente al Bàsquet Girona su primer éxito desde el parón competitivo de febrero, quiere aprovechar esta contienda para seguir llenando su mochila de autoestima y que jugadores que se han recuperado recientemente de sus problemas físicos ganen rodaje. A partir de ahora se acabará la exigencia de tener que compatibilizar dos competiciones y todo el foco estará puesto en la Liga Endesa con el claro objetivo de, tras escaparse la octava plaza, cosechar una buena clasificación que permita volver a lucir la vitola de escuadra continental el próximo ejercicio. El UCAM Murcia llega a Miribilla con la sensible baja del rocoso Sadiel Rojas. El jugador americano no podrá ser de la partida como consecuencia de un fuerte traumatismo en la zona sacroilíaca y en el codo derecho, ocupando su lugar en la convocatoria el sueco Will Falk.

En el duelo de esta competición disputado en el Palacio de los Deportes murciano, los hombres de negro no tuvieron ninguna opción de éxito (90-72). Thad McFadden rompió el partido en el segundo cuarto a triplazo limpio y a partir de ahí Artem Pustovyi, con 23 puntos, fue absolutamente indefendible para los interiores de Ponsarnau. Que los Michale Kyser, Georgios Tsalmpouris y Emir Sulejmanovic pongan mucho mayor celo en la defensa del pívot ucraniano será fundamental para poder sacar adelante este duelo, así como entorpecer las acciones individuales y las rachas de inspiración que pueden protagonizar exteriores como Travis Trice o el propio McFadden. En las filas bilbainas, con todos las piezas disponibles salvó la ausencia de larga duración de Jeff Withey, será interesante que jugadores de la segunda unidad como Francis Alonso o Álex Reyes sigan mostrando su notable crecimiento. Tsalmpouris, atacando abierto pero defendiendo con mucho interés cerca del aro, está aportando cosas interesantes, Ludde Hakanson parece ir recuperando las buenas sensaciones perdidas como consecuencia de sus problemas físicos y falta que Adam Smith recupere el tino.

SATISFACTORIO

La segunda experiencia bilbaina en la BCL puede considerarse más que satisfactoria pese a las últimas dolorosas derrotas. El equipo de Jaume Ponsarnau superó con autoridad la fase de grupos frente al Bahcesehir turco, el Igokea bosnio y el Nymburk checo, pero el Last 16 ha sido demasiado para sus capacidades, que además se vieron mermadas por las lesiones en los últimos meses. Dos conjuntos de la Liga Endesa, uno de ellos el actual campeón, y un Darussafaka de elevado presupuesto, bastante caótico desde el punto de vista colectivo pero repleto de calidad individual, han supuesto un muro imposible de saltar. El telón continental de este curso baja este martes con la meta de regresar a la misma escena la próxima campaña.