Tras dos triunfos seguidos en las canchas del Monbus Obradoiro y el Coosur Betis que le han permitido coger un importante impulso en la tabla clasificatoria, el Surne Bilbao Basket regresa hoy a Miribilla, el escenario en el que construyó la rampa de despegue hacia su magnífico momento actual de juego y resultados. El conjunto vizcaino, enrachado pero con los pies en el suelo, recibe a un Unicaja envuelto en un mar de dudas con el objetivo de continuar con su racha de triunfos -seis seguidos en el Bilbao Arena, cinco en los compromisos más recientes del calendario-.Álex Mumbrú y los suyos son conscientes de los vaivenes de una competición tan difícil como la Liga Endesa, más aún en la actualidad cuando todo está condicionado por el covid-19. Las olas buenas hay que aprovecharlas porque ya llegarán tiempos más complicados en los que probablemente haya que tirar de las reservas acumuladas en épocas de bonanza. Por eso el conjunto vizcaino quiere aprovechar hoy el momento titubeante de su rival malagueño, un grupo humano con nivel en teoría para figurar en la zona noble de la tabla pero al que se le acumulan los problemas. Sin billete para la Copa y perdiendo el miércoles en casa ante el Cluj Napoca rumano el primer duelo de la segunda fase de la Basketball Champions League, las aguas no bajan tranquilas para un Fotis Katsikaris muy discutido que incluso, atendiendo a los medios de comunicación de Málaga, podría jugarse hoy su puesto dependiendo del resultado del encuentro. Mucha presión para una escuadra que no podrá contar ni con Micheal Eric, que sufrió esta misma semana una grave lesión de rodilla, ni con su sustituto, Dejan Kravic, aunque recupera a dos piezas importantes como Alberto Díaz y Tim Abromaitis.

En el bando bilbaino no será de la partida el jugador que dio positivo por covid el pasado jueves y cuyo nombre no ha trascendido y la posibilidad de poder contar con Andrew Goudelock para que al menos pueda dar relevos en la posición de escolta dependerá de las sensaciones del propio jugador, con la incógnita de conocer también si el guardaespaldas de Rafa Luz en el puesto de base será un Jonathan Rousselle que ya jugó unos minutos en Sevilla pero que aún no está del todo recuperado de su fractura de muñeca o Stefan Peno, ausente en los dos últimos duelos por su positivo en coronavirus.

Atendiendo a las configuraciones de ambas escuadras, el Surne Bilbao Basket puede encontrar una interesante vía hacia el éxito si puede explotar los problemas malagueños en el juego interior, donde se han quedado solos el joven Yannick Nzosa y un Rubén Guerrero que hace escasos días parecía más fuera que dentro del equipo. Sin embargo, en lo referente al juego exterior los hombres de negro tendrán mucho trabajo en la faceta defensiva. La pólvora de los de Katsikaris se concentra en el perímetro de la mano de los Axel Bouteille, un viejo conocido por estos lares, Norris Cole, Jaime Fernández, Darío Brizuela, Francis Alonso y Abromaitis jugando de cara en el puesto de cuatro. Los de Mumbrú han demostrado en sus últimos encuentros un nivel de contundencia importante cuando actúan al 100% de sus posibilidades y no se despistan. Hoy tienen una buena oportunidad de seguir por ese mismo camino y poner más tierra de por medio respecto a la zona baja.