E busca base. Los interesados pueden enviar su currículo a las oficinas del Surne Bilbao Basket. El partido en el que se esperaba ver la nueva versión de los hombres de negro acabó siendo una sucesión de desdichas que empezaron antes de subir al autobús camino de un Buesa Arena rodeado por todo el agua que ha caído en Araba en los últimos días. Ludde Hakanson, uno de los jugadores más en forma, tuvo que quedarse en Bilbao por una gripe. Rafa Luz fue baja de nuevo por lesión, lo que dejaba a Jonathan Rousselle como principal director de juego, con la ayuda que pudiera darle Stefan Peno en su primer partido con el Bilbao Basket tras unos pocos entrenamientos.

Pero como al perro flaco todo son pulgas, el base francés sufrió un golpe con su compañero Álex Reyes en el segundo cuarto y acabó con el brazo en cabestrillo y una lesión en la muñeca con mala pinta. Así que todo el juego del Bilbao Basket quedó en manos de Peno, que apenas tenía minutos de juego esta temporada y tomó demasiados tiros, y los otros recién llegados. Con todo ese panorama, el equipo de Álex Mumbrú firmó una actuación muy meritoria, que el resultado final no refleja por ningún lado. El otro debutante, Khyri Thomas, firmó un partido muy esperanzador en las dos mitades del campo, Damien Inglis alternó acciones brillantes y errores de concentración y Ángel Delgado desapareció como opción en ataque tras una notable primera mitad y Jeff Withey volvió a tener poco peso en el partido.

Como quiera que Valentin Bigote y Gytis Masiulis volvieron a estrellar su calidad contra la falta de dureza en sus acciones, todos los intentos del Bilbao Basket fueron tan encomiables como infructuosos en medio de un arbitraje que juzgó de distinta manera el uso de las manos en una y otra zona. Cuando Arturs Kurucs, un jugador muy poco utilizado por el Baskonia esta temporada, salió del banquillo para meter diez puntos en seis minutos y abrir una brecha importante en el marcador, los visitantes se vieron condenados a la heroica, a hacer la goma de colocarse a cuatro puntos en el tercer cuarto (63-59), ver a los gasteiztarras escaparse por catorce puntos de nuevo (81-67) y recortar a siete (85-78) a tres minutos del final.

Pero faltaban recursos, oxígeno, para protagonizar una hazaña. Ver acabar el partido a Gonzalo Basterrechea, Iker Gascón y David Monge resultó ilusionante, un premio para los chavales por su trabajo y su compromiso, pero también reflejó el estado en que tuvo que afrontar el derbi el Bilbao Basket. En cambio, el Baskonia, pese a la baja de última hora de Rokas Giedriatis, tuvo al mejor Wade Baldwin de la temporada, a un Jayson Granger en jefe, a un Simone Fontecchio con confianza, a un Matt Costello intimidador y ese factor sorpresa y desequilibrante que fue Kurucs.

Por tanto, habrá que esperar a otra ocasión para medir a este renovado Bilbao Basket, al que las circunstancias le están frenando más de lo deseable. Ahora, probablemente, será Rousselle el que se pierda algún partido, lo que deja el puesto de base de nuevo en precario. Thomas no debería ejercer ese papel porque ayer quedó claro que puntos no le faltan y puede ser un jugador tan desequilibrante o más que Andrew Goudelock y Peno puede ver diluirse su ventaja física por su ausencia de amenaza en el tiro exterior. Se atisbó un equipo con posibilidades, pero que sigue sin ganar fuera de casa y debe así fiar su suerte a Miribilla en lo que queda de año para tratar de escapar de los puestos peligrosos.

El ex jugador del Bilbao Basket debutó la pasada madrugada en la NBA y disputó tres minutos en el partido de Charlotte Hornets ante Sacramento Kings.

Preocupación. Álex Mumbrú se mostró "orgulloso" de su equipo porque, pese a la derrota, "lo hemos intentado hasta el final". El técnico catalán admitió que con la baja de Rousselle se les complicó más el partido. "Hemos tenido pérdidas por el escaso ritmo de juego tras el parón y en momentos importantes que terminaban en contraataques fáciles", lamentó Mumbrú. "Han jugado muy físicos y ahí necesitábamos más control y no lo hemos tenido", analizó antes de desvelar que Rousselle podría estar varios meses fuera por una posible rotura de muñeca. También se mostró contento con las nuevas incorporaciones, aunque subrayó que los cambios "se hacen para intentar crecer, pero te llevan a la casilla de salida".

El Betis pierde y sigue colista. En un final ajustado, el conjunto andaluz perdió en la cancha del Joventut (84-82) y continúa cerrando la clasificación.

El marcador no hizo justicia a la actuación del Bilbao Basket en un duelo que se decantó con la aparicion inesperada de Kurucs

Stefan Peno tuvo que asumir un protagonismo excesivo en su debut y Khyri Thomas estuvo brillante en ataque y activo en defensa