23 de mayo de 2021, fecha de nacimiento del 'Milagro de Miribilla', el día que un equipo de baloncesto ha hecho posible aquello que parecía imposible, la jornada en la que el Bilbao Basket, tras una temporada repleta de adversidades y problemas de todo tipo, ha certificado que nunca se le puede dar por muerto antes de tiempo y ha firmado su permanencia en la Liga Endesa con una victoria inapelable (94-73) contra el Joventut.

Los de Álex Mumbrú, que hace quince días estaban a tres triunfos de la salvación, han puesto este domingo la guinda a la prórroga de su estancia en la máxima categoría del baloncesto estatal firmando un brutal partidazo ante los de Carles Duran, poniendo tierra de por medio en el marcador en un notable segundo cuarto y fundiendo a su rival tras el descanso con un festival de intensidad y, sobre todo, acierto ofensivo muy pocas veces visto. Su exhibición desde la línea de 6,75 (17 de 35) y una demostración de juego coral (siete jugadores anotando en dobles dígitos, Jaylon Brown, Ondrej Balvin, Ioannis Athinaiou, Quentin Serron, Ludde Hakanson, John Jenkins y Arnoldas Kulboka) han marcado la diferencia y han elevado hasta el extremo un listón de efervescencia que el conjunto catalán no ha podido igualar.

Con el Joventut quedándose huérfano de Neno Dimitrijevic en la rueda de calentamiento al chocar cabeza con cabeza con su compañero Ante Tomic yendo a por un balón, los hombres de negro arrancaron la contienda repletos de acierto. Dos triples de Jenkins y uno de Serron activaron un 9-0 en menos de dos minutos de juego, pero el choque no tardó en equilibrarse.

Los porcentajes locales bajaron, surgió alguna pérdida de balón y los de Duran empezaron a buscar con tino las cosquillas de la retaguardia bilbaina. Con Brodziansky sacando de la pintura a Balvin para activar su muñeca (ocho puntos en seis minutos) y Bassas y Ribas penetrando, el marcador se igualó a 15 a 3:48 de la finalización del acto inaugural.

El Bilbao Basket se quedó seco en ataque, con el triple como única y desatinada arma, y el Joventut siguió haciendo camino aprovechando que las faltas de su rival le mandaban una y otra vez a la línea de tiros libres para cerrar los diez primeros minutos en ventaja (15-19) gracias a un parcial de 0-9 y a que su rival estuvo casi cinco minutos sin anotar y lució otro horroroso 0 de 9 desde la distancia de tres puntos tras sus tres dianas iniciales.

RECUPERA EL CONTROL

Con Balvin de vuelta en la cancha y Athinaiou como timón y brazo ejecutor, los anfitriones recuperaron la compostura perdida. Regresó el acierto desde la larga distancia y con una jugada de seis puntos tras la segunda falta de Tomic en un rebote tras triple de Brown, el Bilbao Basket recuperó el control del luminoso. Pese a la notable batuta de Bassas, la enérgica defensa de los 'hombres de negro' frenó en seco el capítulo de alegrías para los de Duran, lo que unido al renacimiento de las muñecas de los Hakanson, Kulboka y Serron y a la verticalidad de Brown hizo posible que el choque llegara a su ecuador con un 41-30 que sonaba a música celestial, con las tres faltas de Jenkins como principal problema.

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Bilbao Basket celebra su permanencia

Y en la renudación, una salida en trombra de los hombres de negro con un 12-2 en tres minutos y Kulboka tocado por los dioses del baloncesto dejó el partido visto para sentencia. Porque pese a que el 53-32 ya era brutal, lo mejor estaba aún por llegar. El Bilbao Basket se desprendió de toda atadura y firmó un cuarto extraordinario, intenso a más no poder atrás y, sobre todo, pleno de inspiración a la hora de buscar el aro rival, con un 7 de 9 en triples en el tercer cuarto incontestable por cualquier rival. Su máxima renta llegó hasta el 73-40 y el 75-44 a diez minutos del final dejaba la permanencia atada y bien atada.

El último cuarto fue de trámite. Sin un atisbo de sufrimiento, un regalo para un equipo que tuvo tiempo para saborear sobre la cancha el milagro que acababa de conquistar. Hace cinco años, el 23 de mayo supuso un disgusto histórico, con aquel triple de Joan Sastre desde su propia cancha que dejó en el último segundo del último partido al Bilbao Basket sin play-off y amargó el homenaje de despedida de Raúl López. Ahora el 23 de mayo pasa a ser el día del 'Milagro de Miribilla'.