La calidad individual de John Jenkins es uno de los factores a los que el Bilbao Basket se agarra en su complicada carrera en pos de la permanencia en la Liga Endesa. Su facilidad anotadora, su capacidad para generar para sus compañeros y su experiencia en estas lides (ya ejerció un rol similar hace varias temporadas en Burgos) son aspectos fundamentales para la supervivencia del conjunto vizcaino. El exterior estadounidense lo sabe y lo asume. Sus 28 puntos hace dos jornadas fueron vitales para tumbar al Coosur Betis. Ante el Movistar Estudiantes no fue tan desequilibrante (15 puntos, apenas tiró en la segunda mitad) en un partido que acabó "con una derrota muy dura para nosotros".

Jenkins ha asegurado este martes que no cree que su rendimiento actual sea el máximo que puede ofrecer. "Yo voy a hacer todo lo que el equipo me pida. Me tomo muy en serio el hecho de intentar jugar bien cada partido, sé que me trajeron por una razón y quiero dar mi máximo para ayudar a conseguir los objetivos del equipo. Pero sin mis compañeros nada es posible. Llegué con la temporada en curso y ha sido muy duro adaptarme a todo después de haberme perdido casi un año de baloncesto. Los compañeros y entrenadores me han ayudado mucho y estoy convencido de que las tres semanas de entrenamientos durante el parón nos han beneficiado mucho, a mí y a todos. Ha mejorado la química y tenemos más confianza entre nosotros", ha destacado.

El estadounidense ha apuntado que Álex Mumbrú ha sido muy claro con él y sus compañeros a la hora de comunicarles lo que espera de ellos. "Defensa de gran nivel, generar ventajas en ataque, ir al rebote, no cometer pérdidas... Es en lo que lleva insistiendo desde que estoy aquí y lo que tenemos que hacer para permanecer en esta liga. Todos tenemos claro nuestro rol en el grupo", ha señalado. En estos dos últimos partidos ha tenido que jugar como alero, fuera de su posición habitual, por la ausencia en las convocatorias de Jaroslaw Zyskowski. "Es un puesto muy diferente. Me enfrento a jugadores mucho más grandes que me sacan entre diez y quince kilos. Por eso estoy haciendo sesiones extra para fortalecer mi cuerpo en el gimnasio. Creo que, por contra, puedo usar mi velocidad y mi inteligencia en cancha contra ellos. Tenemos muchos escoltas en el equipo y me toca a mí jugar de 'tres'. Es lo que el equipo necesita y lo haré lo mejor posible".

Concentración

La derrota del domingo contra Estudiantes ha sido un jarro de agua fría en el vestuario bilbaino. "En un momento del partido nos metimos en un agujero, conseguimos salir, pero fue demasiado tarde. Debemos hacer un mejor trabajo para no desconectarnos de los partidos, poner más atención y estar más concentrados. Ojalá aprendamos de la sesión de vídeo de hoy", ha afirmado, consciente de que ante la situación clasificatoria en la que se encuentra el equipo será imperativo ganar a equipos aspirantes a figurar en la zona noble: "Creo que vamos a poder hacerlo. Me gusta el plan que estamos siguiendo. Desde el parón en la competición estamos haciendo un trabajo mucho mejor tanto en defensa como en ataque y nuestra química es mejor. Confío en nuestras opciones para lograrlo".

Eso sí, Jenkins no cree que verse de nuevo en la zona baja de la tabla vaya a suponer una presión extra para el equipo. "El cuerpo técnico está haciendo un gran trabajo para hacernos entender todo lo que nos ha pasado durante esta temporada, las lesiones... Somos conscientes de todo lo que hemos atravesado, incluso antes de que yo llegara al equipo. El trabajo que estamos haciendo es bueno y confío en que al final de la temporada nos veremos donde queremos estar", ha recalcado, dejando un claro mensaje sobre la actitud a seguir: "No podemos controlar si la pelota entra o no, lo que podemos hacer es prepararnos para la tormenta y seguir peleando".

Próximo reto

Sobre el siguiente duelo, el domingo contra el Baskonia, Jenkins es consciente de la dureza del rival, pero ha dejado claro que "vamos a dar lo mejor de nosotros para tratar de ganar. Es un equipo muy fuerte, uno de los mejores de la ACB, y va a suponer un gran desafío. Vamos a intentar prepararnos lo mejor posible". Para el estadounidense, esa es la clave de cara a este tipo de duelos: "Nosotros lo que tenemos que hacer es jugar nuestro mejor baloncesto, comportarnos en cancha de la manera en la que lo estamos haciendo en estos dos últimos meses de entrenamientos".

Además, la ausencia de público en los pabellones le quita algo de picante al enfrentamiento, pero en absoluto trascendencia. "Soy consciente de la rivalidad que existe entre los dos equipos al ser de dos ciudades tan cercanas. Sin espectadores es complicado que exista esa atmósfera de rivalidad, pero honestamente de aquí a final de temporada cada partido es de rivalidad máxima para nosotros", ha finalizado Jenkins.