El Bilbao Basket es ahora mismo el perro flaco al que las pulgas se le multiplican por doquier. El conjunto vizcaino sumó otra derrota para su ya pesada mochila en un encuentro en el que, por fin, consiguió protagonizar un buen arranque pero en el que acabó desplomándose tras el descanso ante la exhibición ofensiva de un Conner Frankamp que se echó a la espalda al UCAM Murcia para catapultarlo hasta la victoria con 14 puntos en los cinco minutos y medio posteriores al ecuador. En ese tramo del duelo, los de Sito Alonso firmaron un parcial de 5-16, pasaron a mandar en el luminoso para no volver a mirar atrás y dejaron en agua de borrajas la magnífica puesta en escena defensiva de los hombres de negro, que pese al 17-9 con el que cerraron el primer cuarto desaprovecharon la oportunidad de hacer aún más sangre al perder hasta ocho balones en esos diez minutos iniciales.

El conjunto vizcaino tiene un problema de fiabilidad. Como bloque y en la parcela individual. No termina de confeccionar un armazón grupal que le permita desenvolverse con regularidad durante los partidos y no derrumbarse ante la primera adversidad que surja en su camino y tampoco cuenta con recursos humanos, salvo Ondrej Balvin, que estén aportando con sostenibilidad. Demasiados dientes de sierra para un grupo en el que a los nuevos les sigue costando dar lo que de ellos se esperaba (Kingsley Moses sustituyó a Aaron Jones y el cambio no tuvo ninguna incidencia positiva, aunque el debut de Goran Huskic fue esperanzador, igual que el regreso de Jaroslaw Zyskowski) y en el que, además, algunos veteranos tampoco tiran del carro e incluso han dado un paso atrás en su evolución, como Arnoldas Kulboka, negado en su especialidad triplista, o Jaylon Brown, que hizo la guerra por su cuenta para acabar con -8 de valoración. Mal panorama ante el que los visitantes solo necesitaron imponer la calidad de Frankamp, la efusividad de Emanuel Cate en el rebote ofensivo y su mayor riqueza de recursos en ataque.

El Bilbao Basket arrancó la contienda con los cinco sentidos totalmente alerta. Su trabajo defensivo fue magnífico, con Frankamp y Jordan Davis absolutamente atosigados por sus pares y Kulboka vaciándose ante David DiLeo y cerrando el rebote. Su buen funcionamiento atrás fue la rampa de salida hacia un 8-0 inicial en menos de tres minutos de juego. La ventaja que fueron fabricando se quedó, sin embargo, corta para el trabajo realizado por culpa de las pérdidas de balón. Hasta ocho cometieron los anfitriones en el primer cuarto, factor que se convirtió en la tabla de salvación de los de Sito Alonso, romos en ataque con un horrible 4 de 19 en tiros de campo en esos diez primeros minutos. Un triple de Ludde Hakanson amagó con clausurar el primer acto con un notable 17-6, pero DiLeo respondió con la misma moneda sobre la bocina, ejerciendo de rampa de despegue hacia un 2-10 que devolvió a los visitantes al partido. Cate se hacía notar cerca del aro, el ataque bilbaino seguía regalando demasiadas bolas y Mumbrú optó por parar la contienda a seis minutos del descanso con 23-20. Pero las constantes vitales del partido habían cambiado y el UCAM Murcia logró darle la vuelta al marcador (27-30). El Bilbao Basket había perdido sus coordenadas ofensivas, pero un jugada magistral de Huskic al poste y un triple sobre la bocina del final del segundo cuarto de Kulboka permitieron a los anfitriones alcanzar en ventaja el ecuador de la contienda (32-30).

En la reanudación, el Murcia se entregó a Frankamp, hasta entonces con dos míseros puntos y un cero de cinco en triples, para fundir a los de Mumbrú. Actuando de dos junto a Bellas, el estadounidense destrozó primero a Brown y luego a Quentin Serron para firmar 14 puntos en un abrir y cerrar de ojos. Primero, él solo se encargó de facturar un inapelable 0-11 y, a continuación, asistió a Rojas y volvió a clavar otro misil desde los 6,75. ¿El resultante? Un 5-16 que oscurecía el panorama hasta el 37-46. Los locales aguantaron hasta el 46-49 con el último acto ya en juego, pero fueron los visitantes los que encontraron otro pilar ofensivo en la figura de Maques Townes, quien con tres canastas seguidas volvió a disparar a los suyos hasta el 48-58 a siete minutos del final. Intentaron los anfitriones mantener la verticalidad, pero no hubo manera. Sin acierto, motor ni fe, los de Sito Alonso acabaron el duelo jugando a placer, dejando al Bilbao Basket envuelto en el pesimismo.

VestuariosÁlex Mumbrú: "Al final nos ha costado meter"

El técnico catalán lamentó la oportunidad perdida para cambiar la dinámica negativa de su equipo. "Hemos salido bien y hemos dominado el primer cuarto, tuvimos posibilidad de estar mejor que los ocho puntos de ventaja con los que hemos acabado. Al descanso nos hemos ido arriba en el marcador, pero en la segunda parte Frankamp ha estado muy bien y eso, junto a que en los momentos importantes hemos tenido pérdidas y no estuvimos bien en la definición, en bandejas y tiros solos, fue clave. Al final hemos vuelto, pero nos ha costado meter. Se han llevado el partido y no queda más que seguir trabajando".