CAMPUS PROMETE: Estebas (10), Diarra (8), Alarcón (0), Flores (18), Kovacevic (11) -cinco inicial- Pivec (2), Barneda (8), Knezevic (2), Conde (0), Lozano (0).

LOINTEK GERNIKA BIZKAIA: Cornelius (0), Bjorklund (13), Roundtree (6), Colhado (0), Buch (0) -cinco inicial- Lo (12), Arrojo (11), Ivanovic (3), Ginzo (2), Ariztimuño (0).

Parciales: 13-9, 28-20 (descanso), 45-36 y 59-47.

Árbitros: Munar, Baena y Aranzana. Eliminaron a Conde.

- A 48 segundos del final, Milica Ivanovic, exjugadora del equipo local, falló tres tiros libres en una jugada sin trascendencia para el marcador, pero que fue resumen del horrible partido del Lointek Gernika Bizkaia, que dio ayer uno o varios pasos atrás en Logroño y dejó una imagen preocupante. Lejos de confirmar los buenas sensaciones mostradas en el duelo ante el Ensino, el equipo foral volvió a evidenciar los problemas para sumar puntos, sobre todo lejos de Maloste. En los tres partidos como visitantes, las gernikarras acumulan una media de 46 puntos a favor como consecuencia de unos porcentajes de tiro bajísimos y una falta de confianza que hace abundar en los errores.

Ayer el Campus Promete presentó una defensa agresiva, pero nada del otro mundo, con ratos de zona, ante la que el Lointek Gernika se estrelló en demasiadas ocasiones con acciones forzadas y errores en lanzamientos desde todas las distancias. Por más que el técnico pidiera un temprano tiempo muerto después de que su equipo entregara seis puntos de los ocho primeros puntos de su rival tras rebote ofensivo, que luego buscara variar sus quintetos en busca de soluciones y las jugadoras mostraran ratos de empeño defensivo para compensar el desastre en ataque, el conjunto de Mario López nunca estuvo por delante en el marcador. Cuando pudo lograrlo, como en el 32-31 a falta de 4.42 para acabar el tercer cuarto, volvió a caer en malas selecciones y concedió un parcial de 7-0 con dos triples de las logroñesas, que fueron creyendo en sus posibilidades con el paso de los minutos, aprovecharon sus ventajas e, incluso, elevaron su ventaja por encima de los diez puntos al entrar en el último cuarto.

El Lointek Gernika trató de remar, pero no avanzaba. Trató en muchos momentos de explotar su teórica superioridad en el juego interior, pero la realidad fue tozuda porque Nadia Colhado sigue fuera de forma y, de hecho, no jugó en todo la segunda parte. Así, Nogaye Lo cargó con la responsabilidad tras unos días tocada de la espalda y, al final, ambas fueron superadas por Maimouna Diarra, que capturó 24 rebotes, una barbaridad en estos tiempos. Rosó Buch y Laura Cornelius se vieron superadas por la defensa del Campus Promete y con solo cuatro triples en veinte intentos, tampoco había aporte de puntos desde el perímetro. Tres de esos aciertos fueron de Bjorklund, pero la estadounidense apareció a rachas, y el otro fue de Ivanovic a cuatro minutos del final para el 50-44. Aún había tiempo, pero el Gernika, ansioso y espeso, cayó en otro bache de más de tres minutos sin anotar que le costó una de sus derrotas más dolorosas.

“Ha sido un muy mal partido. Hemos salido muy frías, nos han cogido diferencias y eso nos ha llevado a jugar con muchas dudas en ataque, con malas selecciones y blando en defensa. Tras el descanso, hemos mejorado la actividad, nos hemos acercado, pero hemos fallado varios ataques para ponernos por delante. Hemos trabajado, pero con poca efectividad en ataque. Con tan pocos puntos, como ha ocurrido en los tres partidos fuera de casa, es imposible ganar. Ahora solo queda trabajar para el partido del miércoles, que hay que ganar como sea”, resumió Mario López.