“Aquí no hay trucos. Esto es todo a base de trabajo y esfuerzo diario y con eso acaban llegando los resultados”. Ese es el espíritu con el que Álex Reyes desembarca en la Liga Endesa y en el Bilbao Basket, conjunto con el que ha firmado para las dos próximas temporadas y con el que fue presentado ayer. Alero de 26 años, Reyes brilló el pasado curso en las filas del Liberbank Oviedo de la LEB Oro (12,6 puntos y 7,4 rebotes de media) y considera que está preparado para dar el salto a una categoría en la que ya debutó de manera fugaz -dos partidos- el curso 2010-11 de la mano del Valladolid de Porfi Fisac. “Ya me ha tocado pelearlo en LEB Plata y Oro y también tuve que hacer mi camino en EBA”, apuntó, dejando claro que es conocedor del reto que tiene por delante: “Me veo con más ganas que nunca. Creo que he trabajado bien estos últimos años para poder llegar a esta situación. Al igual que es un salto a nivel de alegría y satisfacción también lo es a nivel de categoría, lo que conlleva una dificultad añadida. Es una nueva oportunidad para seguir trabajando. Estoy seguro de que con mi trabajo diario y mi implicación, que va a seguir siendo igual, todo irá bien y podré ayudar al equipo”.

Reyes hizo hincapié en la “grandísima alegría y satisfacción” que supone para él llegar al Bilbao Basket, “uno de los clubes referentes del baloncesto español, con una historia extraordinaria y grandísimos jugadores que han pasado por aquí”, y desveló que la primera noticia sobre la posibilidad de convertirse en hombre de negro. “Era un domingo, estaba viendo una película y mis agentes contactaron conmigo. Fue la gran alegría del confinamiento. Después de unas cuantas semanas encerrado en casa que te llegue esa llamada con el interés de un club como el Bilbao Basket es una grandísima alegría. Venir aquí fue una decisión sencilla. Es un grandísimo club, una grandísima ciudad, con jugadores que año tras año crecen y mejoran”, recordó, dando importancia también a la llamada recibida por parte de Álex Mumbrú: “Contactó conmigo y me expresó su deseo de que viniera. Que un entrenador con su trayectoria deportiva se interese por ti es una grandísima alegría. Me comentó los aspectos que le gustaban de mi juego, los que debo trabajar y pulir, y una vez dejado eso claro ya solo quedaba tomar la decisión de venir aquí y ponerme a su disposición”.

El alero, que reconoció que sería “fantástico” poder lucir el número 8 si se encuentra disponible, ya conoce lo que es jugar en Miribilla, pues lo hizo con el Valladolid hace dos cursos cuando el Bilbao Basket militó en la LEB Oro. “La afición también es una aliciente importante a la hora de venir a Bilbao. Tú la ves en la tele y son partidos que da gusto ver. Tantísimos aficionados metidos ahí cada partido, animando al equipo… Tener esa marea negra para cualquier jugador. Esperemos que sean muchas las alegrías y los buenos momentos que sumemos junto a ellos”, afirmó. También reconoció que su inminente aterrizaje en la entidad de Miribilla le hizo seguir con especial atención al equipo en la fase final de Valencia. “La vi con otros ojos. Cuando jugaba el equipo intentaba fijarme en los sistemas, en la manera de jugar… La composición del equipo invita al optimismo. Es un conjunto muy joven, pero aguerrido y peleón. Saber que vas a formar parte de ese grupo la próxima temporada te da ganas de que empiecen los entrenamientos”, aseguró, haciendo hincapié en que “vengo aquí a ayudar en todo lo posible y a seguir creciendo, agradezco la confianza puesta en mí”.

“La composición del equipo, muy joven pero aguerrido y peleón, invita al optimismo”

Jugador del Bilbao Basket

“Álex es un jugador con gran facilidad para anotar y un gran tiro exterior; nos aportará mucha energía”

Director deportivo del Bilbao Basket