CINCO victorias consecutivas acompañan al Bilbao Basket y al Manresa, que mañana se medirán en Miribilla. Puede hablarse de las dos revelaciones de esta temporada en la exigente Liga Endesa ya que ambos equipos están por encima de lo que podía esperarse de ellos. Rafa Pueyo y Román Montañez, que ya coincidieron en Bilbao como entrenador y jugador, son los directores deportivos, los arquitectos de dos plantillas que no dejan de sorprender. La trayectoria de los bilbainos, en cierto modo, tiene muchas similitudes con la que el pasado curso siguieron los catalanes, que siendo recién ascendidos se quedaron muy cerca de la Copa y acabaron octavos, para disputar el play-off. Ahora, los hombres de negro arrancan la segunda vuelta desde la quinta posición mientras en un mes disputarán la Copa.

"El equipo está rindiendo por encima de lo esperado. Pero a estas alturas ya no somos una sorpresa y después de una vuelta todos los rivales saben que competimos bien y que ganar al Bilbao Basket no es sencillo", comenta Pueyo, a quien muchos apuntan como uno de los responsables de la gran temporada del Bilbao Basket que, como debe ser, se empezó a fraguar en verano. "Mantener el bloque de la LEB era fundamental y esa base ha hecho que los nuevos se adaptaran más rápido a lo que Álex demanda. La calidad y experiencia de los que hemos fichado también ha ayudado. Las dos partes del trabajo nos han salido bien", agrega.

En Manresa, el listón estaba más alto y las lesiones se han cebado con el equipo. Pero el equipo sigue rindiendo en dos frentes pese a los muchos cambios que ha tenido que afrontar. "Estamos sorprendidos por el paso adelante de los jugadores. Sabíamos que teníamos un equipo compensado para cumplir los objetivos, el primero el de jugar bien y tener las ideas muy claras, aunque con las lesiones no pensábamos coger una racha como la que llevamos. Pero es consecuencia de que el equipo trabaja muy bien y las ideas de Pedro cada vez están más asentadas y los roles claros", comenta Montañez.

El octavo puesto de la pasada campaña dio a los catalanes la oportunidad de jugar en la Champions League y no la dejaron pasar, pese a que "había cierto miedo porque llevábamos mucho tiempo sin jugar en Europa y nuestros recursos son los que son". "Queríamos utilizarla para que los jóvenes sumaran minutos y al final nos ha ayudado, ya que nos ha servido para no pensar en las derrotas de ACB y afrontar otro partido para mejorar y no encadenar derrotas. Eso vino bien a la confianza del equipo", añade el director deportivo del Manresa, que destaca la labor del técnico Pedro Martínez para "adaptarse a lo que ha tenido en cada momento y lograr que los jugadores hayan encajado enseguida".

A la hora de configurar sus plantillas, el Bilbao Basket y el Manresa han seguido pautas similares. Rafa Pueyo tiene claro que cuando el dinero no abunda "no hay que perder el tiempo en perseguir a aquellos jugadores que se escapan a nuestras posibilidades. Hemos intentado traer gente con hambre, ambición y ganas de demostrar su nivel en la ACB. También hay muy buenos jugadores en un mercado más pequeño. Si tienes claro el perfil que quieres es más fácil reducir el margen de error". Por su parte, Román Montañez apunta que, lógicamente, "el dinero te permite llegar al talento. Por eso, nuestra obligación es tratar de ver a esos jugadores que están cerca de explotar y anticiparnos. Nosotros trajimos a Davis y Ferrari desde la universidad sin tener muy claro si podían hacerlo bien, pero teníamos muy buenas referencias".

apuestas y certezas El Manresa completó esas apuestas y otras como Vaulet, Magarity o Kravish con gente contrastada en la ACB como Dani Pérez, Toolson o Báez, a la que luego se han sumado Dulkys, Cvetkovic o Mitrovic, "gente que ya no conocía la competición y que ha entrado con facilidad". "La mezcla está funcionando", se alegra Montañez. El Bilbao Basket confió en Jaylon Brown y Ben Lammers, que ya tenían calidad para la ACB y sabíamos que su segundo año podía ser mejor porque les fichamos muy jóvenes" y sumaron jugadores como Bouteille o Kulboka que, según Pueyo, encarnan esa "ambición y proyección", expertos como Rafa Martínez o Balvin y otro perfil específico que es el de Rousselle, "que en su última temporada no había brillado, pero sí en las anteriores en Cholet. Es un jugador maduro y queríamos sacar ese nivel, que poco a poco va sacando". El director deportivo del Bilbao Basket asegura que, pese a las limitaciones o el alto rendimiento de algunas piezas, "no se contempla que ningún jugador salga antes del final de temporada. Sabemos que en verano será difícil retener a alguno de los que acaba contrato, pero a lo mejor algunos pueden valorar su rol aquí Basket y lo que supone estar en Bilbao".

Montañez define a su rival de mañana como "un grupo comprometido y con las ideas muy claras. Juegan muy bien y bonito porque los jugadores no se esconden. Ahora mismo es un equipo valiente y con confianza". Un enemigo de cuidado para arrancar una segunda vuelta en la que el Manresa quiere seguir progresando. "Tenemos que tener los pies en el suelo. Nos ha costado mucho sacar ocho victorias y aún hay que remar mucho hasta el objetivo de la permanencia, que es lo prioritario. Yo confío en que lo lograremos porque tenemos varios jugadores que están brillando, no siempre es el mismo", señala.

El Bilbao Basket, con sus diez victorias, tampoco quiere dejar de ser humilde, "ni descentrarnos de nuestro objetivo". "Está claro que la trayectoria del equipo ha disparado la ilusión, pero lo nuestro es tratar de ser competitivos cada día, como hemos hecho hasta ahora. Si eso nos lleva a otro éxito como la Copa, lo celebraremos. Porque estoy seguro de que el equipo no se conforma y va a tratar de ganar los máximos partidos posibles", concluye Rafa Pueyo ahora que el Bilbao Basket ya se ha desprendido de la piel de cordero.